El calor de la época hace recordar los populares helados y bebidas gaseosas que atenuaban sus efectos.

Aunque muchas de las clásicas carretillas que ofrecían prensados y raspados de menta, rosa, vainilla y otros sabores desaparecieron de las calles céntricas de Guayaquil y las pocas existentes fueron relegadas a otros sectores por la regeneración urbana, aún se las puede observar en algún barrio porteño rodeada de vecinos y transeúntes deseosos de mitigar los estragos del caluroso ambiente del llamado ‘invierno’.

Algo similar a aquellas ocurrió con los quioscos que expendían la deliciosa chicha ‘resbaladera’ y el apetitoso comeibebe (o ensalada de frutas), que solo unos cuantos románticos luchan porque no desaparezcan y las venden en pocos pero conocidos establecimientos que ayudan a revivir y mantener esa tradición que nos identifica.

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Los helados de  coco, naranjilla, etcétera, que se vendían en un recipiente cilíndrico de lata que descansaba sobre una carretilla y se despachaba en barquillos también resultan una rareza encontrarlos; asimismo, los ‘bolos’ (refrescos congelados en fundas plásticas) que tuvieron auge hace varias décadas y que últimamente una empresa retomó su fabricación. Los pequeños poco o nada conocen de estas preparaciones.

¿Y qué de las ‘colas’?
Las gaseosas tienen cabida en esta breve crónica volandera, que invita a los mayorcitos a recordar nombres y a quienes los siguen en edad a evocar las que se identificaron con su época. Desde las primeras fábricas de aguas gaseosas y productos afines que se instalaron en esta urbe, suman varias las que hacen extensa la nómina.

Para ejemplo citamos La Perla, de Enrique Arellano, ubicada en la Calle 13ª (Clemente Ballén N° 704), que en un aviso de 1909 consignaba su elaboración con gas carbónico de limonadas de toda fruta, Granadina, Kola, Seltzer, Whater, Ginger-Ale y jarabes de toda clase. Igualmente, la acreditada fábrica de bebidas efervescentes La Frutal, de Miguel Mz. de Espronceda.

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Desde entonces una larga lista de bebidas gaseosas tuvo la preferencia de los vecinos y visitantes de la metrópoli que, unas veces para atenuar tremendos calores de ciertos meses del año o sencillamente para saborearlas en reuniones sociales, las buscaron acorde con su aparición en el mercado.

No olvidemos nombres como Frutal, Fox, Pavito Real, Toro, Chimborazo, Estrella Blanca, Yes-Yes, Ginger Ale, Fioravanti, Champagne, Orangine, Crush, Gallito, Royal Crown, Old Colony, Quin Cola, Spur, Okey, Buzz, Barrilitos Okey, Tropical, Manzana, las también antiguas Coca Cola, Pepsi Cola, y otras que aparecieron en las últimas décadas. Algunas dejaron de envasarse y otras volvieron al mercado, pero sin la misma fórmula que muchos consumidores recuerdan y añoran todavía.

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Mientras buscamos contrarrestar el sofocante clima de estos meses y recurrimos a los helados, refrescos, ‘bolos’, yogures congelados, gaseosas, jugos y más bebidas que predominan en estos días, incluso con la identificación de light, aprovechemos para rememorar esos nombres que fueron parte de la vida cotidiana de antaño.