El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo este martes que estaba dispuesto a enviar una misión a Iraq para analizar si pueden celebrarse elecciones a mediados de año, aunque condicionó la decisión a la seguridad.   

El principal clérigo chiíta, el ayatola Alí al-Sistani, exige la realización de comicios directos, en un abierto desafío a los planes de Estados Unidos para entregar el poder a los iraquíes el 30 de junio.
 
Los seguidores de Sistani dijeron que el religioso aceptaría una decisión de la ONU, razón por la cual el gobierno de George W. Bush, que previamente ignoró al organismo, ahora busca que Annan legitime sus planes.    Funcionarios de la ONU se mostraron dubitativos frente a la posibilidad de celebrar elecciones directas, no solo por la falta de tiempo sino también por la atmósfera de violencia en Iraq, que podría favorecer a los grupos extremistas.   

"Una vez que esté seguro de que el Consejo de Gobierno iraquí (establecido por Estados Unidos) proveerá la seguridad necesaria, enviaré una misión a Iraq en respuesta a los pedidos que he recibido", dijo Annan en un comunicado difundido durante una visita a París.
 
La seguridad es un elemento clave para la ONU luego de un ataque contra el cuartel general del organismo en Bagdad el 19 de agosto del año pasado, donde murieron 22 personas. Las Naciones Unidas retiraron en octubre todo su personal extranjero de Iraq.
 
"La misión tendrá en cuenta las visiones de un amplio espectro de la sociedad iraquí en la búsqueda de alternativas que podrían tomarse para avanzar hacia la formación de un gobierno provisional", afirmó Annan.    Las elecciones favorecerían a los chiítas, que representan el 60 por ciento de los 25 millones de habitantes de Iraq.
 
El tiempo es escaso para organizar comicios directos como piden los chiítas. Según estableció Estados Unidos, asambleas regionales serán las encargadas de elegir un gobierno transitorio iraquí que recibirá el poder de parte de Washington el 30 de junio.