Los inmigrantes que viven en España han observado como las entidades financieras han reducido en los últimos meses sus comisiones, hasta más de un 80%, para el envío de remesas de dinero a sus países de origen, destaca un estudio del sector bancario.

Un informe publicado por la Fundación de Cajas de Ahorro Confederadas (FUNCAS) indica que los bancos españoles, que hasta ahora prestaban este servicio de envío de dinero al exterior solo a empresas, están empezando a fijarse en los inmigrantes como clientes potenciales.

Ello se debe a que tres de cada cuatro inmigrantes tiene trabajo en España y envía a su país de origen una media de 322 euros mensuales (unos 412 dólares al cambio actual), añade FUNCAS.

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Hasta ahora, el negocio de envío de dinero ha estado dominado por empresas especializadas en este área.

La entrada de los bancos en este negocio ha tenido un efecto beneficioso para los inmigrantes, que en la actualidad solo tienen que pagar entre 4 y 6 euros (entre 5 y 7 dólares) de comisión por cada operación, cuando hasta hace no mucho abonaban de media entre 30 y 36 euros (entre 38 y 44 dólares).

Los inmigrantes afincados en España envían de 3.863 euros anuales (unos 4.906 dólares), lo que supone que anualmente salen de este país remesas de 2.300 millones de euros (unos 2.921 millones de dólares).

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Esta cifra se ha multiplicado por 2,5 en los últimos cuatro años, lo que indica el enorme aumento del número de extranjeros que viven y trabajan en España, que las últimas estadísticas cifran en 1 324.000 personas, que unidas a las que están en situación irregular ascenderían a unos dos millones.

La cifra será mucho mayor si se cumplen las previsiones del informe de Funcas, en el que se calcula que la población extranjera en España superará los 6 millones de personas en 2010.

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Del total de ciudadanos extranjeros residentes en España, añade el estudio, la inmensa mayoría manda dinero a su país, con una periodicidad de diez envíos anuales y lo hacen a través de entidades financieras.

Los inmigrantes confían en estas empresas porque las consideran rápidas y seguras, a lo que se une el hecho de que muchos de ellos tienen una escasa cultura financiera, o que no quieren utilizar las oficinas bancarias por encontrarse en situación irregular en el país, agrega el informe.