Un cercano colaborador del presidente peruano, Alejandro Toledo, negó este lunes las acusaciones de negociar sobornos a jueces para ayudar al considerado "cajero" de la red de corrupción que lideró el ex asesor de Inteligencia Vladimiro Montesinos.
 
César Almeyda -abogado de Toledo durante algún tiempo- fue acusado el fin de semana en algunos medios de comunicación de reunirse tres veces en el 2001 con el fallecido general retirado del Ejército Oscar Villanueva, cuando éste era prófugo de la justicia.
 
"No son sino hechos falsos y en su oportunidad voy a precisar con testigos todos los detalles", dijo Almeyda en una entrevista con la radioemisora local RPP.
 
Villanueva, quien se suicidó en septiembre del 2002 en circunstancias aún no esclarecidas, era acusado de manejar los fondos de negocios ilícitos de Montesinos, centro de un escándalo de corrupción que provocó a fines del 2000 la destitución del ex presidente Alberto Fujimori.
 
La acusación es otra más de una serie de denuncias de corrupción contra funcionarios de Toledo, quien atraviesa por el peor momento de su gobierno con una desaprobación a su gestión de casi nueve de cada diez peruanos, según encuestas.
 
"El presidente no ha tenido conocimiento de los hechos denunciados por la prensa", dijo Toledo en un comunicado leído por una portavoz en Palacio de Gobierno, al tiempo que pidió a la fiscalía una rápida investigación sobre el tema.
 
América Televisión, una de las dos mayores cadenas televisivas del país, informó que Almeyda se reunió con el desaparecido militar y le ofreció impunidad a cambio de dinero y datos reservados que beneficiarían al gobierno.
 
El canal de televisión y los diarios tabloides Peru21 y Correo --que ampliaron la denuncia el lunes-- afirman que las conversaciones de ambos fueron grabadas. La transcripción de parte de esas supuestas conversaciones han sido difundidas, pero no el audio.   
 
Según los reportes, Villanueva dejó una carta manuscrita antes de su muerte en la que afirmaba que pagó cuatro millones de dólares a Almeyda a cambio de ayuda judicial.
 
Almeyda, quien fue jefe de inteligencia por tres meses en el 2003, admitió haberse reunido con Villanueva y la primera cita ocurrió en un restaurante de comida china en septiembre del 2001, dos meses después de que Toledo asumiera la presidencia.
 
Según declaró Almeyda a la revista política Caretas la semana pasada, el militar, se presentó a la cita con lentes oscuros, bigote postizo y bisoñé, y solicitó garantías para su vida porque quería someterse a una ley que permite colaborar con la justicia a cambio reducción de penas.
 
El abogado dijo que la cita fue coordinada con el entonces ministro de Justicia y ahora embajador de Perú en España, Fernando Olivera, y que la información obtenida por el general fue entregada a investigadores judiciales.
 
Olivera y el ex procurador anticorrupción José Ugaz negaron en una radioemisora local la versión de Almeyda, quien renunció a la jefatura del servicio de inteligencia en medio de acusaciones de presión a los medios de comunicación.
 
"Hay que analizar detenidamente el audio, si éste se difunde, y analizar el contexto en que las frases se dicen", dijo Almeyda, quien agregó que "todo esto es un complot" contra el gobierno del presidente Toledo.
 
Almeyda dijo a América Televisión que Toledo no estaba enterado de las reuniones con Villanueva en el momento que se produjeron, aunque se lo contó al mandatario "meses después".