Agrega que hay que romper con esas “expresiones gastadas” y que la decisión de mejorar la programación está en los directores, guionistas y productores en conjunto con los dueños de los canales.

La catedrática refiere que la televisión tiene múltiples formatos con una estructura básica. “El contenido tiene que introducirlo el equipo de producción. Trabajar sobre textos mediáticos de calidad es donde está la diferencia y el esfuerzo”.

Afirma que copiar es muy fácil, pero cuando se propone que se supere el producto, nadie quiere invertir, porque eso implica tiempo y preparación.
Idrovo está a favor de que los productores nacionales creen sus espacios con base en formatos que tuvieron éxito en el exterior, “pero debemos elevar el nivel de invención”.

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Asegura que cuando se entre en ese proceso de transformación mediática la televisión nacional ganará más adeptos a su programación.

Manifiesta que uno de los aciertos de los canales es que como empresas privadas tienen independencia, es decir, no hay preferencias con el Estado y por eso pueden mostrar abiertamente la información. “Cabe recalcar que no es lo mismo que se esté a favor del Estado que a favor de otros intereses que pueden ser económicos.

Cuando se tiene compromisos con el gobierno los resultados pueden ser perjudiciales para la población”.

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A partir de casos cercanos, Idrovo se atreve a decir que guionistas y productores sí pueden superar la calidad de programación que se le entrega a la audiencia.

“Personas que conozco y emigraron han obtenido trabajos en los que el producto que ofrecen es muy bueno. Pienso que el problema en el país responde a que quienes hacen televisión no se atreven a cambiar, porque como ven que los demás hacen cosas triviales entonces prefieren presentar lo mismo”.

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El aspecto fundamental que difunde Idrovo desde que empezó a ejercer la docencia, hace diez años, es que se debe descartar la idea de que un programa tiene que ser necesariamente educativo, entretenido o informativo.

“Esa teoría ya no tiene sustento ni en los estudios culturales ni en ninguna instancia académica. Toda producción cumple las tres funciones”, expresa.

Otra concepción que busca erradicar es que la audiencia es pasiva. “Todo televidente es activo. No produce una respuesta como salir a las calles a protestar porque un programa no le gustó, pero sí va creando su contexto a partir de las lecturas que hace de los mensajes que recibe”.

Dice que cada espectador activo decodifica de diversas formas un programa determinado a partir de una serie de referentes como el nivel de educación, sus experiencias, su género, su medio familiar y social, entre otros.

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Otro punto que trata en sus programas de estudio es el respeto a la persona.

Explica que el ser humano no debe ser visto como un objeto útil de explotar para un beneficio económico, sino como un sujeto de formación.

NOTAS
AMANTE DE LA TV
Sandra Idrovo confiesa que como persona, profesional y académica la televisión le apasiona.

FORMACIÓN
Se graduó en comunicación social y producción en televisión en EE.UU. Hizo una maestría en Ciencias de la Información y un doctorado en Periodismo en España.

Es catedrática en la Universidad Casa Grande y Universidad de Especialidades Espíritu Santo.

EXPERIENCIA EN TV
La única experiencia que tuvo en televisión fue que por dos años estuvo como productora del noticiario ‘Contacto Directo’, que transmite Ecuavisa.

SERIEDAD
La catedrática expone que la televisión debería ser más seria. “Hay ocasiones en que se ven caras que no pasaron por una instrucción en comunicación social.

Asimismo, creo que hay personas que realizan muy bien su trabajo en los diversos campos de la televisión”.