Noté también lo plausible de que se hayan instalado taxímetros, para favorecer el servicio de transporte urbano. Viajé en algunos taxis que tenían el aparatito, y las carreras prácticamente coincidían con los valores que uno anteriormente había pactado con el chofer.

También usé el servicio  particular de taxi ejecutivo, en el cual un conductor muy amable me transportó al sitio de destino usando el taxímetro, pero ese aparato marcó casi el doble de lo acostumbrado. Ojalá las autoridades tomen cartas en el asunto.

Jaime Villacís
Quito

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