Muchos atletas  que recién  se inician son de escasos recursos.

Jefferson Pérez, el único campeón olímpico del Ecuador, sostiene que no todos los atletas élite pueden ser buenos formadores, mientras que el entrenador Juan Araujo agrega que en los colegios hay pocos profesores de Educación Física capacitados para descubrir a los que mejores condiciones tienen.

“En muchos planteles no existe infraestructura adecuada para la práctica del atletismo porque falta más apoyo gubernamental. Existen colegios en los que ni siquiera hay profesores de Educación Física y se debe improvisar. Así no se pueden descubrir valores para incentivarlos a las competencias”, dice Araujo, quien entrenaba al ex fondista cuencano Rolando Vera.

Araujo dice que muchos pueden practicar atletismo, pero no tienen el biotipo para determinadas pruebas.

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“Una cosa es competir en velocidad y otra en fondo, donde se necesita más resistencia física”, explica.

Jefferson indica que un atleta de élite puede tener mucha experiencia, pero no la facilidad para transmitirla. Agrega que un entrenador que se ha especializado en el tema, sí puede hacerlo.

Pero el problema se acentúa cuando se ha descubierto a los potenciales talentos y estos no tienen recursos económicos para pagar a un equipo técnico (entrenador, deportólogo y fisioterapista), más aproximadamente 350 dólares mensuales para la nutrición e hidratación y ropa, especialmente zapatos (cuatro pares, alrededor de 100 dólares cada uno).