El alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, afirmó este sábado en Sao Paulo que siente "un tufillo fujimorista" en las propuestas de reelección del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y señaló que de momento no piensa en llegar al máximo cargo de su país.
 
"Creo que hay una tendencia a promover la reelección desde el propio Gobierno y eso tiene un tufillo fujimorista (por el ex presidente peruano Alberto Fujimori) que no me gusta", dijo Garzón en entrevista con EFE en Sao Paulo, donde asiste a los actos por los 450 años de la ciudad.
 
Garzón, de 52 años y primer alcalde de izquierda de la capital colombiana, cargo que asumió el pasado 1 de enero, señaló que la reelección en si no es mala, pero que no le gusta cuando la propuesta la lanzan los propios interesados.
 
El alcalde hizo referencia así a la propuesta lanzada hace unos días por la embajadora de Colombia en España, Noemí Sanín, quien propuso aprobar la reelección de Uribe, o alargar el mandato de cuatro años que termina en 2006, porque "lo está haciendo muy bien".
 
"Promover uno mismo su reelección desde su propio escenario no es bueno, y eso de que Noemí lo hizo por su propia voluntad no se lo cree nadie", apuntó Garzón, quien en las pasadas elecciones fue rival de Uribe, al igual que la embajadora.
 
Agregó que si se aprueba la reelección para los cargos ejecutivos en Colombia espera que sea a partir de 2010 para presidente de la república y del 2012 para los demás puestos.
 
Garzón, a quien algunos sectores llaman el "Lula colombiano" por su afinidad con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de quien es amigo y con quien comparte el origen sindical, afirmó que por ahora no está entre sus planes seguir sus pasos y buscar la presidencia de Colombia.
 
"El presidente Lula y yo tenemos cosas en común, pero ahora estoy de alcalde de Bogotá y la posibilidad electoral presidencial sería para 2010, pero en Colombia pueden pasar muchas cosas en seis años como para que uno esté pensando en función de llegar a ser presidente", dijo.
 
El alcalde bogotano, conocido como "Lucho", agregó que a diferencia de Lula, que tiene en el Partido de los Trabajadores (PT) una fuerza política consolidada a lo largo de 23 años, el Polo Democrático Independiente, el movimiento de izquierda que lo llevó al cargo, está apenas en sus comienzos.
 
"El PT administra algunas ciudades importantes de Brasil desde hace años y nosotros hasta ahora empezamos, además Lula no está en medio de la guerra y nosotros sí", dijo en referencia al conflicto con grupos armados que su país vive desde hace décadas.
 
Garzón, que tenía previsto reunirse con Lula ayer, viernes, en Sao Paulo, sólo pudo conversar unos pocos minutos con el presidente brasileño porque su agenda se complicó con el cambio de gabinete ministerial y la inauguración de una fuente luminosa en la ciudad, tras lo cual partió en viaje oficial a India.
 
"Hablamos unos diez minutos. Fue algo protocolario y me dijo que Brasil hace fuerza por Colombia", anotó.
 
El alcalde señaló que su programa "Bogotá sin Hambre" no se inspiró en el "Hambre Cero" que Lula implantó en Brasil sino en la pobreza que afecta al 49 por ciento de los habitantes de la capital colombiana, una urbe de 6,5 millones de personas.
 
Según el alcalde, "como el hambre no se soluciona sólo con comida", su estrategia tiene otros componentes como un plan de complementos nutricionales para los niños, comedores comunitarios, bancos de alimentos, una red de voluntariado y más inversión en educación y salud.
 
Sobre el legado que recibió de su antecesor, Antanas Mockus, quien puso énfasis en la cultura ciudadana, la recuperación del espacio público y la mejora del transporte urbano, Garzón dijo que respetará los compromisos asumidos por esa gestión, como la construcción de nuevas líneas del sistema Transmilenio, pero que en otros aspectos se pueden cambiar algunas cosas.
 
"En el gobierno de Antanas Mockus se movían más los deberes que los derechos. Ahora queremos mover más los derechos que los deberes", manifestó.