El alcalde de Quito, Paco Moncayo, señaló ayer -visiblemente molesto- que habrá sanciones para los estudiantes que cometan actos vandálicos en las inmediaciones de la Universidad Central, sector recientemente rehabilitado en el centro norte de la ciudad.

Ayer, por segundo día consecutivo, grupos de estudiantes secundarios y universitarios alteraron las actividades normales en la zona y recurrieron a la violencia para impedir el tráfico habitual.

La Policía utilizó gases lacrimógenos para disipar a los manifestantes; sin embargo, los estudiantes se refugiaron en el campus universitario.

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En horas de la tarde, los destrozos ocasionados por los revoltosos se observaron en las avenidas América, Universitaria y en las calles Bolivia y Eustorgio Salgado, donde los estudiantes del colegio Odilo Aguilar se unieron a las protestas.

La Policía detuvo a uno de los alumnos manifestantes, Diego Vaca, y se lo llevaron a las instalaciones del Regimiento Quito. Fue entonces cuando los estudiantes tomaron por la fuerza tres buses de transporte público.

Vaca fue liberado más tarde a cambio de que los buses pudieran ser retirados.