La crisis que afecta a las operaciones del grupo alimentario Parmalat PRFI.MI en Brasil aumentó este miércoles después de que la policía federal y las autoridades tributarias dijeran que investigarán los negocios de la empresa en el país.
 
El anuncio de las investigaciones es posterior a una serie de informaciones publicadas por la prensa brasileña según las cuales el gigante italiano habría transferido fondos entre su compleja red de filiales y sus unidades en Brasil.
 
Pese a que es un procedimiento común para las empresas multinacionales, la policía y las autoridades fiscales quieren ver si las transacciones financieras de Parmalat en Brasil están dentro del marco de la ley.
 
La policía federal dijo que aún tiene que decidir cuál de las oficinas estatales manejará la investigación, dijo la oficina de prensa de la policía.
 
Parmalat Brasil Industria de Alimentos LCSA4.SA, la principal unidad de operaciones del grupo italiano en el país, rehusó hacer comentarios acerca de la investigación.
 
La filial de Brasil factura la mitad de los ingresos de Parmalat en Sudamérica.
 
El anuncio de las investigaciones es el último revés para Parmalat en Brasil, donde la empresa suspendió el pago a varios proveedores y enfrenta varias solicitudes para que se declare en quiebra.   
 
El papel de Sumitomo
 
El viernes, un juez de un tribunal civil en Sao Paulo nombró un comité de auditores para supervisar las transacciones financieras de Parmalat Brasil.
 
Esta decisión formó parte de una orden judicial más amplia solicitada por uno de los acreedores de la compañía, Banco Sumitomo Mitsui Brasileiro, que bloquea cualquier venta de activos de la empresa.
 
El abogado de Parmalat Thomas Felsberg dijo que apelará el fallo civil el miércoles y tratará de convencer a Sumitomo, filial del japonés Sumitomo Mitsui Financial Group Inc. 8316.T, para que se una al comité de acreedores formado por bancos con exposición a Parmalat en Brasil.
 
"Si cada acreedor coloca su propio comité (de auditoría) dentro de la empresa, no vamos a poder hacer nada", dijo Felsberg.
 
"La idea es que (Sumitomo) se una al comité (de acreedores) y negocie con el resto de los bancos", agregó.
 
El comité de acreedores, que según Felsberg incluye a las unidades locales de bancos como Citigroup C.N y FleetBoston Financial Corp. FBF.N, ha contratado a la firma de contabilidad KPMG para que audite las cuentas de Parmalat Brasil.
 
Las operaciones de Parmalat en Brasil están bajo la lupa desde que la matriz del grupo reveló un vacío contable por varios miles de millones de euros el mes pasado.
 
Además, el ex presidente de la empresa, Calisto Tanzi, dijo a los investigadores en Italia que las cuentas fueron ajustadas a partir de 1998 para cubrir dificultades en el mercado sudamericano.
 
Parmalat, que opera en más de 30 países, tiene presencia en Venezuela, Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Colombia, México, República Dominicana y Nicaragua.
 
El lunes, el diario italiano La Repubblica publicó que un contador de Parmalat dijo a los investigadores que creía que parte del dinero faltante del grupo pudo haber sido desviado a una compañía con sede en Brasil llamada Carital.
 
Parmalat Brasil dice que no puede responder por compañías privadas controladas por su filial italiana.