En días pasados y con la presencia del Vicepresidente de la República y otras autoridades, el representante en el Ecuador de la OPS-OMS, presentó un importante informe sobre la ‘Evolución de la cooperación técnica en el período 1990-2002’. El informe abarcó dos aspectos: Análisis de la situación de la Salud y Apertura de Proyectos de Cooperación.

En el primero, revisó algunos aspectos epidemiológicos: la mortalidad materna, que llegó a su nivel más bajo en 1996, presentó una ligera tendencia al aumento, con un promedio estimado de 150 por 100.000 nacidos vivos, cifra todavía alta en comparación, por ejemplo, con Venezuela, que tiene 60 y Colombia 91.

La mortalidad infantil ha seguido disminuyendo en escasa proporción, ubicándose en 30 por 1.000 nacidos vivos; cifra aún alta en comparación, por ejemplo, con Cuba, que es de menos de 10 por mil. La pobreza se ha incrementado, afecta al 69% de los hogares, y la situación alimentaria y nutricional es muy deficiente. La anemia de las mujeres embarazadas es del 60% y de los niños de 6 a 24 meses de edad, de 70%, lo cual es consecuencia de la desnutrición de madres y niños. Los niños que nacen con bajo peso (menos de 2.500 gramos) entre toda la población corresponden al 17%, pero entre las madres pobres que dan a luz en maternidades y hospitales públicos sube hasta el 40%. Las cifras confirman la gravedad del problema de la desnutrición de madres y niños, situación que exige medidas urgentes y sistemáticas.

La malaria o paludismo, que llegó al nivel más bajo entre 1995 y 1996, registró un alarmante aumento desde 1997 hasta el 2001, habiéndose expandido a varias provincias, con el 53% de población nacional, lo cual constituye una barrera para el desarrollo económico y de la salud de las zonas afectadas.

Una evolución parecida es la del dengue. El mosquito vector ha invadido nuevas regiones, hay la presencia del dengue hemorrágico y en el 2003 llegó al nivel más alto. La tuberculosis, que hasta 1993 llegó al menor nivel, ha ido en aumento, en especial desde 1999, volviendo a ubicarse entre las diez primeras causas de mortalidad, cuando había cedido su puesto a otras enfermedades.

Las enfermedades crónicas, en especial las cardiovasculares y el cáncer, comparten un aumento progresivo en la última década, como sucede en los países desarrollados. En resumen, el panorama epidemiológico del Ecuador entre 1990 y 2002 es desalentador y en parte coincide con el poco interés de los poderes públicos por la salud de los ecuatorianos, pues registra una fuerte disminución del presupuesto del Ministerio de Salud desde 1995.

Frente a esta situación, la OPS-OMS ha incrementado su cooperación técnica (2002-2003) a través de programas y actividades en el desarrollo de sistemas y servicios de salud, fortalecimiento de la autoridad sanitaria y la prestación de servicios de salud integrales y eficientes. El otro campo de cooperación ha sido el de la promoción y protección de la salud.

Al margen del informe de la OPS-OMS, ¿qué puede esperarse en el control y prevención de enfermedades, cuando en el presupuesto nacional del próximo año se han realizado recortes significativos en partidas tan críticas como la destinada a la vacunación de los niños?