El colombiano Hernán Darío Gómez,  técnico de la selección absoluta de Ecuador, dijo que el Torneo  Preolímpico-Sub23 que se juega en Chile ha mostrado, a excepción de Argentina y  Brasil, al resto de Sudamérica con un nivel de juveniles y con muchos  altibajos.
 
"Se juega bien un partido, mal otro porque los jugadores no tienen continuidad y no están maduros, entonces a excepción de argentinos y brasileños al resto le falta jerarquía", dijo Gómez quien acompañó al comando técnico de  Ecuador en esta competencia de la que fue eliminado el domingo por Paraguay en  definición por penales (4-2).
 
Para Bolillo Gómez esa irregularidad en la mayoría de países obliga a que  de 10 partidos hay que jugar bien ocho para meterse en los primeros lugares.
 
"Pensé que el nivel Sub 23 sudamericano había progresado, que había ganado  en constancia, pero es igual que un juvenil", dijo según declaraciones  divulgadas el lunes por el semanario deportivo chileno Triunfo.
 
Aclaró que sin embargo le gustó el juego de las selecciones de Chile,  Brasil, Ecuador y Argentina.
 
Por ello es que, según dijo, él prefirió no asumir la conducción de la Sub  23 ecuatoriana para no afectar la campaña del combina absoluto que él dirige en  las actuales eliminatorias sudamericanas a la Copa del Mundo Alemania 2006.
 
Pese a ello admitió que durante el preolímpico observó posibles  promociones de jugadores de la sub 23 ecuatoriana al equipo superior
 
"Mi pensamiento está en la eliminatoria, nada más", añadió el Bolillo ,  que reconoce tener un rédito en Ecuador por haberlo clasificado al mundial del  2002 en Corea-Japón.
 
"En el fútbol no vale ganar ayer, hoy los ecuatorianos me tienen buen trato  y admiración, pero si no gano va cambiando la idea", añadió y recordó como  ejemplo el despido de su compatriota Francisco Pacho Maturana de la selección  de Colombia tras una campaña de un punto en cuatro fechas de las  eliminatorias.
 
Bolillo opinó también sobre el concepto de velocidad en el juego del  fútbol.
 
"Dicen que un equipo es lento porque no tiene demarcación, pero si en  Brasil el balón lo tiene Alex y hay cinco compañeros suyos con movilidad  permanente hay por lo tanto cinco posibilidades de ceder la bola, entonces el  juego se hace rápido", explicó.
 
Gómez, quien además argumenta que "ganar por ganar no existe en el fútbol si es que no se priorizan los argumentos".