El gobierno mexicano ha congelado un proyecto de  ley que acabaría con la muerte de ballenas atrapadas accidentalmente en redes  para captura de tiburones en el océano Pacífico, señaló este lunes la organización  ecologista Greenpeace.

"La Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) de la secretaría de Agricultura  tiene detenido un proyecto de norma de pesca de tiburón que acabaría con los  enmallamientos y la mortandad de ballenas en redes de deriva", denunció  Greenpeace en un comunicado en Ciudad de México.

"Las buenas intenciones de proteger a las ballenas que contiene la  legislación (mexicana) están siendo coartadas por la intransigencia, la  irresponsabilidad y el desdén de las autoridades de Conapesca", afirmó.

Publicidad

Greenpeace citó un estudio en el estado costero de Sonora (noroeste), según  el cual las redes de pesca de tiburones "son la amenaza más grande que  enfrentan los mamíferos marinos, (pues) 52% de los enmallamientos de  ballenas, delfines y lobos marinos se presentan con ese tipo de redes".

Las redes de deriva utilizadas en la pesca de tiburón por barcos de alta  mar tienen hasta 2 km de largo y las de pesca ribereña hasta 1,5 km,  convirtiéndose en "murallas de muerte, ya que no son selectivas en cuanto a los  organismos marinos que capturan", enfatizó Greenpeace.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de México  anunció hace un mes que el gobierno comenzaría un programa para proteger a las  ballenas Grises (Eschrichtius robustus) y Jorobada (Megaptera novaengliae), que  entre diciembre y abril se reproducen en aguas del Pacífico mexicano, aunque no  precisó entonces en qué consiste el plan.

Publicidad

Decenas de ballenas grises han comenzado a llegar y a aparearse en las  cristalinas aguas de los complejos lagunares de San Ignacio y Ojo de Liebre y  la bahía Magdalena, en el estado de Baja California Sur (noreste), tal como  ocurre desde hace cientos de miles de años.