Jesús llama mujer a su Madre que, en el contexto de la nueva creación, tiene un sentido muy claro: María es la mujer, nueva Eva, que acompaña a Cristo, nuevo Adán, en el nacimiento de la nueva humanidad que se inicia con la predicación de Jesús.

2.– ¿Qué compromiso nos pide el Señor?
Aceptar a Jesús como nuevo Adán, que despierta en nosotros la fe, para emprender la maravillosa tarea de re-crear el mundo.

Jesús empieza su misión realizando signos que revelan la presencia de Dios en él, y por medio de él en el mundo, para suscitar la fe en sus discípulos.

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El tercer día, es una alusión a la semana de la creación: se nos dice que, con la obra de Jesús, empieza una nueva creación.

La imagen de la Boda se refiere a la relación entre Dios y su pueblo; con Jesús se inicia una nueva relación.

La mujer, que evoca Gn 3,15, es María la nueva Eva, que al llegar la hora de Jesús, en la cruz, se convertirá en la mujer.

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La nueva Eva aparece al lado del nuevo Adán, clavado en el árbol de la cruz, en el nacimiento de la nueva humanidad: los hermanos de Jesús, los hombres y mujeres nuevos protagonistas del mundo nuevo.