Con una mezcla de alegría y nerviosismo en su rostro, Jenny Pardo y Carlos Eduardo Salazar, de 32 y 38 años, llegaron ayer antes de las 09h00 a la oficina del Registro Civil del Guayas, para contraer matrimonio.

Ni ellos ni sus familiares se habían percatado que se casarían un martes 13 (el primero de los tres de este año), una fecha que los supersticiosos consideran que no hay que casarse, ni embarcarse.

“Pero nosotros somos cristianos y no creemos en supersticiones”, señaló la novia y su pareja agregó que “cuando hay la bendición de Dios no pasa nada”.

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Así, con sus padres y más familiares como testigos, esta pareja que se conoció y enamoró en el cerro del Carmen, fue declarada marido y mujer por la delegada del Registro Civil, Hilda Vega.

La funcionaria dijo que la gente aún tiene supersticiones con respecto a la fecha “y prueba de ello es que solamente una pareja se casó”.

En cambio, en el Registro Civil del Azuay se casaron ocho parejas, cuando en un día normal el promedio es de cinco matrimonios.

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Darío Tapia, jefe de la entidad, sostuvo que la superstición va perdiendo credibilidad  en la gente.

Los guayaquileños desarrollaron sus labores de manera normal, sin embargo, las cartománticas aumentaron el número de clientes, que se acercaron para efectuarse una limpieza espiritual. La parasicóloga Lía indicó que “ese día es perfecto para reforzar las curaciones”.