La Cumbre de las Américas terminó ayer con advertencias del presidente estadounidense George W. Bush contra Cuba y Venezuela y una declaración final que refleja las divergencias de la región sobre temas como el Alca, la lucha contra la corrupción y la pobreza.

Cuatro párrafos mantuvieron trabada la declaración final hasta el último momento.

Dos se refieren a la fecha de implementación del Alca en 2005 -Brasil y Venezuela argumentaron que no se debía fijar plazos-, aunque se firmó la declaración con esa fecha, y la reducción de los costos de las remesas enviadas por los emigrantes latinoamericanos

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El tercer punto en discordia era la propuesta estadounidense de excluir de las cumbres a países considerados corruptos, y el cuarto por el escepticismo que enfrenta una propuesta venezolana de crear un fondo humanitario internacional.

Bush llegó para defender el libre comercio y sus prioridades en la lucha contra el terrorismo, pero no consiguió convencer completamente a los mandatarios, a algunos de los cuales no conocía, personalmente aún. Durante su discurso felicitó a quienes luchaban por la democracia en Venezuela. Chávez, que escuchó con el ceño fruncido al mandatario estadounidense, replicó alabando el régimen de Castro. “Debo decirlo aquí: con la ayuda invalorable de Cuba y su método de alfabetización logramos alfabetizar este año (...) a un millón de personas en seis meses”, sostuvo ante la atenta mirada de Bush.

Chávez usó el turno que le dio el presidente Vicente Fox en la primera sesión de trabajo el lunes por la noche para responder las acusaciones estadounidense de que junto con Castro estaba desestabilizando democracias en la región, particularmente Bolivia, Ecuador y Uruguay.

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“Yo no tengo nada que ver con eso, dijo. El gran desestabilizador en la región es el neoliberalismo”.

El presidente boliviano Carlos Mesa dijo que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile es un deseo "vehemente" de su país, pero que sólo se dará cuando se haya resuelto el problema del acceso al mar.

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Mesa ofreció dialogar después de que se superó el conflicto que causó la declaración del presidente Lagos al afirmar que las relaciones con Bolivia debían restablecerse durante la cumbre.