El uso del taxímetro en Guayaquil, que es obligatorio desde el pasado 2 de enero por disposición del Consejo Nacional de Tránsito (CNT), aún es irregular, según los usuarios y la Unión de Taxistas del Guayas (UTG).
 
La UTG, presidida por Franklin Vallejo y que tiene 8.000 socios en la provincia, insiste en una prórroga e incluso acusa a la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG) de violar procedimientos, porque en la última semana ha detenido a más de 70 taxis por circular de forma ilegal y no aplicar el sistema de cobro.
 
De hecho, la UTG anunció que a las 10h00 de hoy, en la sede de la entidad (calles Pedro Moncayo y Maldonado), hará pública su posición sobre las “últimas resoluciones emitidas por la CTG en contra de nuestro gremio”.
 
A esto se suman las denuncias de usuarios por el cobro excesivo de algunos taxistas que supuestamente tienen alterados sus taxímetros. La CTG ratificó ayer que solo cinco locales están autorizados en la ciudad para la reprogramación, con las tarifas impuestas por el Consejo Nacional de Tránsito: Servifast (ciudadela Sauces VI), Rueda & Rueda (ciudadela Alborada), Servitaxi (Venezuela y Guaranda, sur), Glake (urbanización Santa Leonor) e Ingelcom  (San Salvador y Tegucigalpa, Barrio del Seguro).
 
La Comisión de Tránsito, sin embargo, admitió ayer que la reprogramación que hagan estas casas no tiene ningún control, pues la entidad no tiene técnicos en el área para supervisar el trabajo de los cinco locales registrados.

El aparato, técnicamente, debe operar con las tarifas autorizadas por el CNT (y que están vigentes desde el año anterior): $ 0,35 el costo de la arrancada en el día y $ 0,40 en la noche. El km recorrido tiene un valor de $ 0,26 en el día y $ 0,30 en la noche.

El CNT fijó, además,  el minuto de espera en el día y en la noche en $ 0,06. La carrera diurna más barata o corta de un taxi será, obligatoriamente, de $ 1. Y la nocturna,   $ 0,10 más.
 
El director ejecutivo de la CTG, Roberto Pólit, ha insistido en la transparencia del mecanismo y la seriedad de las empresas autorizadas para la reprogramación.

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“Ya hemos comprobado que las carreras con taxímetro son más baratas que las negociadas”, según el funcionario.

Dixon Ortega, propietario de Servitaxi, el local que más demanda tiene en la ciudad (van 500 taxistas al día), afirma que el taxímetro se conecta directamente al velocímetro y se lo reprograma a través de computadoras. “Solo los técnicos pueden alterarlo, no los mismos conductores. El mecanismo es seguro”.