Una sensación de melancolía se apoderó de la iglesia matriz del cantón La Libertad,  San Antonio de Padua, el sábado pasado. El motivo fue la celebración de una misa para conmemorar el primer año de la muerte de uno de los íconos de la plástica ecuatoriana León Ricaurte Miranda. A las 16h30, en que tenía previsto iniciar la celebración eucarística, solo estaban los familiares de Ricaurte y unos cuantos amigos. Pero, con el transcurrir de los minutos, las aproximadamente treinta personas que estaban desde el inicio se fueron duplicando,  triplicando, hasta ser más de doscientas.

Posterior a la misa, la gente se dirigió al sector La Caleta –a pocas cuadras del templo- para ser partícipe de la cristalización del sueño que León Ricaurte  empezó en 1991: la creación de su Casaleón. El museo, que se abrió al público desde ayer y de manera permanente, está constituido por  el que fue su taller, por sus obras pictóricas y de otros artistas,  y por  su tan amada colección arqueológica in situ.

En el acto de inauguración, Mariela García, directora de Programas  Culturales del Banco Central, rememoró a Ricaurte y contó acerca de su trabajo. Luego, Carlos Núñez,  amigo personal del pintor y muralista, se trasladó a la década del setenta para decirle al público cómo empezó la afición arqueológica que compartía con Ricaurte y otros estudiosos como Carlos Cevallos Menéndez y Olaf Holm.

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En representación del alcalde de La Libertad fue Francisco Orrala, quien señaló que los pueblos “no pueden buscar su desarrollo si no descubren su pasado” y que este cantón lo logrará mediante este museo, que guarda restos arqueológicos de la zona y el arte de muralista fallecido.  Para concluir, Carla Ricaurte, hija del fallecido y directora de Casaleón, refirió que este sitio “alberga historias y luchas de nuestros antepasados”; a lo que agregó que se sentía satisfecha al concretar el deseo de su padre. El museo está abierto de lunes a domingos, de 10h00 a 18h00. Entradas: $ 2, adultos y $ 1, niños.