Un cartero argentino que golpeó a un compañero por no haber secundado una huelga en el año 2002 se salvó de ir a la cárcel por ello, pero deberá animar fiestas infantiles durante tres años, informó ayer la prensa local.

Un tribunal de La Plata, ciudad a 60 kilómetros de Buenos Aires, dio la oportunidad de no ir a prisión a cambio de realizar tareas comunitarias a Claudio Ariel Fernández, de 29 años, y a otros dos carteros que también admitieron tener responsabilidad en la agresión. La víctima, Carlos Plez, operador del sistema telegráfico, no pudo trabajar durante un año a causa de las lesiones que sufrió por la paliza.