Mas de 100.000 colonos israelíes protestaron por los planes del primer ministro Ariel Sharon, alguna vez su campeón, de evacuar varios asentamientos como parte de un acuerdo de paz con los palestinos. 
 
Durante una manifestación en Tel Aviv la noche del domingo, Sharon se encontraba a unos 60 kilómetros, en Jerusalén, diciéndole a la prensa extranjera que Israel no podría retener todos sus asentamientos en territorios palestinos si es que se suscribe un acuerdo de paz. 
 
Sharon tenía previsto presentar su plan para evacuar los asentamientos ante el parlamente el lunes, en respuesta a una solicitud de legisladores de oposición. 
 
En sus comentarios a la prensa extranjera, Sharon dijo que Israel estará   muy feliz si reinicia las conversaciones de paz con Siria y si esta deja de apoyar a grupos radicales palestinos y libaneses y accede a emprender el diálogo desde el principio. 
 
Ello es posterior a la confirmación de parte del ministro de Relaciones Exteriores Silvan Shalom de que hubo contactos secretos con Siria hace meses, pero fueron rotos cuando se filtraron informaciones sobre el diálogo en Israel. Siria negó que hubiera tales acercamientos. 
 
Los dirigentes israelíes no están de acuerdo en la forma de responder a los recientes señalamientos del presidente sirio Bashar Assad sobre que estaría listo para reanudar las negociaciones con Israel. Shalom ha expresado que las ofertas deberán ser estudiadas, mientras que el primer ministro está escéptico respecto a las intenciones de Siria. 
 
El presidente israelí Moshe Katsav invitó el lunes a Assad a que visitara Jerusalén. La invitación no ha sido respondida aún. 
 
La manifestación de los colonos fue organizada la noche del domingo, luego de que se temía que el lunes, día originalmente planeado, el clima no permitiera llevar a cabo el acto. 
 
Los manifestantes llenaron la plaza ante la alcaldía de Tel Aviv y las calles aledañas para escuchar a ministros del gobierno de Sharon mientras criticaban sus nuevas posiciones de tipo moderado. Algunos amenazaron con dejar el gobierno si sus planes eran llevados a cabo.