Un agente de policía resultó muerto hoy, lunes, y otras catorce personas heridas de distinta consideración en un atentado con una granada contra una comisaria del centro de la parte de Cachemira bajo control de la India, informó la Policía.
 
Según la fuente, el atentado se produjo en la comisaría de la localidad de Mattan Chowk, en el distrito de Anantnag, mientras se celebraba una recepción en honor del subjefe de la Policía del estado indio de Jammu y Cachemira, Abdul Ruf, quien sufrió lesiones leves.
 
En el ataque, atribuido a rebeldes separatistas musulmanes cachemires, el agente que servía de escolta al mando policial resultó muerto y once de los demás heridos son también policías y sólo dos civiles.
 
Durante el pasado fin de semana, continuó la violencia en la región de Cachemira bajo control indio, donde al menos once personas murieron y varias resultaron heridas en diversos incidentes.
 
En dos de ellos, ocurridos el domingo en el distrito de Pulwama, guerrilleros secesionistas musulmanes dieron muerte a un pareja en el primero y a otro civil en el segundo.
 
El sábado, tres civiles habían muerto también en diferentes ataques de los separatistas, mientras el Ejército informaba de que había dado muerte a cinco rebeldes en un enfrentamiento en el distrito de Baramullah, en el noroeste de la zona.
 
Los grupos secesionistas musulmanes han anunciado que seguirán con su levantamiento armado en la zona de Cachemira bajo control de la India, pese al acuerdo alcanzado por Islamabad y Nueva Delhi para negociar todos sus conflictos bilaterales, incluido el contencioso territorial por esa región del Himalaya.
 
Desde 1989, una docena de grupos guerrilleros y terroristas musulmanes luchan por la independencia o la anexión a Pakistán de este territorio de mayoría de población islámica, que quedó en parte bajo control de la India tras la división de los dos países después de la independencia del Reino Unido en 1947.
 
Unas 45.000 personas han muerto en estos casi 15 años de violencia según las autoridades de Nueva Delhi, aunque los responsables políticos cachemires elevan la cifra a unas 65.000 y los rebeldes aseguran que han muerto unas 100.000.