Las personas que usan lentes de contacto podrían perder la vista al lavarse la cara con agua corriente y, al parecer, los británicos son los que corren mayor riesgo, dijo el pasado miércoles un experto.

Quienes usan lentes de contacto son más susceptibles a una rara y dolorosa infección causada por una ameba que vive en el agua del grifo. La enfermedad, llamada queratitis por Acanthamoeba, causa úlceras en la córnea y puede provocar ceguera.

“Es una enfermedad horrible. Muy resistente al tratamiento y difícil de erradicar”, escribió John Dart, experto del Hospital de Oftalmología Moorfields, en Londres, en la revista New Scientist.

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Los índices de infección en Gran Bretaña son de unos 30.000 casos, pero esta cifra es quince veces mayor que en Estados Unidos y siete veces superior al índice de Holanda. Hasta hace poco todos los hogares en Gran Bretaña disponían de un tanque para almacenar agua y este líquido estancado proporcionaba el ambiente ideal para el crecimiento de amebas.

Dart señaló que el riesgo proviene de bañarse con los lentes puestos y de manipularlos con las manos húmedas.