En el reciente feriado de fin de año, y mucho antes, quienes visitamos ese balneario tuvimos que soportar el escándalo de música, insultos, peleas con lanzamientos de botellas, a mujeres gritando al defender a sus parejas en riñas callejeras, carros mal parqueados; en fin, un “espectáculo” vergonzoso y molestoso.

Hasta donde yo sé, es delito (contravención) beber en la vía pública, hacer ruido en la vía pública, pelear en la vía pública, pero todo eso ocurrió a vista y paciencia de las autoridades.

Cuando se llamó a la Policía, respondieron que tenían poco personal; cuando se recurrió al Municipio, dijeron que eso era bueno para el turismo.

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Está bien que parqueen uno o diez carros en el malecón, pero hacerlo con parlantes gigantescos y ocupantes emborrachándose, atenta contra todas las personas que pasan y viven por ahí.

Esa vez se les pasó la mano a los tomadores.

Ab. Juan Carlos Abad F.
Guayaquil
      

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