En la mañana de ayer, los comerciantes que realizaban sus faenas en el Camal Municipal de la parroquia Pascuales (Guayaquil) quemaron llantas en las calles Montecristi y Atuntaqui, para protestar por el cierre del lugar,  por disposición dada por el Municipio  el pasado miércoles.

El motivo del cierre, argumentó Ernesto Romero, director municipal de Salud, es que el sitio no reunía las condiciones higiénicas correspondientes. Asimismo, “el lugar no tenía muchas reses” y los tres trabajadores contratados por el Cabildo  fueron trasladados al camal del Barrio Cuba (sur de la ciudad), donde “será el único sitio en el que se realizará el faenamiento de ganado”.

El camal de Pascuales fue creado hace 16 años y 70 personas que se dividen en comerciantes, matarifes (matan y cortan el ganado) y los que introducen los bovinos laboran independientemente en el lugar.

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El presidente del Comité Cívico Pro-Mejoras de Pascuales, Vicente Muñoz, indicó que la parroquia se perjudica con este cierre, pues “los trabajadores se quedan sin empleo”.

Muñoz afirmó que el pasado mes de diciembre le habían solicitado al alcalde Jaime Nebot que les permitiera laborar en el sitio ya que la mayoría de los habitantes vive de la venta de fritada.

Los comerciantes sostienen que el camal se encuentra limpio y se faenan diariamente hasta 20 bovinos.

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