La coalición liberó este jueves a un primer grupo de unos 60 detenidos de seguridad iraquíes de la prisión de Abu Gharib, 15 km al oeste de Bagdad, en medio de un tropel y tras una larga espera de las familias, comprobó una periodista de la AFP.
Los detenidos abandonaron el penal en dos camiones norteamericanos de transporte de tropas, provocando una avalancha de los familiares que esperaban desde primera hora de la mañana.
Los dos vehículos fueron rápidamente alcanzados por la multitud y los periodistas. Después de tomar la carretera que lleva a Bagdad, se detuvieron a unos 500 metros de la prisión y los soldados estadounidenses abrieron las puertas, liberando a los detenidos.
Algunos prisioneros, muchos de los cuales dijeron haber sido avisados de su liberación en el último momento, saludaban a la muchedumbre con la mano.
Las familias que encontraron a sus parientes celebraron el acontecimiento con bailes y cantos. Muchos otros abandonaron el lugar decepcionados de que los suyos no estuvieran entre los liberados.
Desde primera hora de la mañana cientos de iraquíes se congregaron frente al tristemente célebre penal, que fue la principal prisión bajo el régimen del presidente derrocado Saddam Hussein.
Muchos llegaron con fotografías de los detenidos o documentos de identidad. Los primeros presos liberados fueron bombardeados a preguntas. Todos querían saber algo de sus allegados.
El administrador civil norteamericano de Irak, Paul Bremer, anunció el miércoles el programa de liberación con condiciones de algunos detenidos para hacer borrón y cuenta nueva tras la captura de Saddam Hussein el 13 de diciembre.
"Ha llegado la hora de la reconciliación", declaró precisando que un centenar de prisioneros serían liberados este jueves y que otros seguirían próximamente.
La coalición tenía detenidas el martes a 9.300 personas por motivos de seguridad, sin contar los 3.800 miembros de los Muyahidines del Pueblo, el principal movimiento de oposición armado al régimen de Teherán, indicó el miércoles un alto responsable militar. A este número se suman algunos centenares de presos de derecho común.