Las autoridades francesas buscan a un pasajero que no se embarcó el 24 de diciembre en un vuelo de Air France, confirmó este miércoles el Ministerio de Justicia francés. 
 
Ese vuelo fue uno de los seis de Air France entre París y Los Ángeles que fueron cancelados el 24 y 25 de diciembre tras consultas entre funcionarios estadounidenses y franceses. 
 
La cadena de televisión ABC dijo posteriormente que las autoridades europeas buscan a un hombre con presuntos lazos con la red terrorista Al Qaeda que no se embarcó en un vuelo de Air France la Nochebuena. 
 
"Confirmo que buscamos a alguien, pero no puedo decir más", dijo el ministro de Justicia Dominique Perben en una entrevista con la radio RMC. 
 
"Lo importante cuando alguien no toma un avión es saber por qué no lo hizo", agregó Perben. 
 
La información de la ABC mencionó como fuentes a funcionarios estadounidenses no identificados, según los cuales el pasajero tenía pasaporte francés y al parecer fue entrenado en Afganistán. 
 
La información agregó que según los funcionarios franceses, el hombre al parecer tenía una pequeña bomba cuyos componentes podrían no haber sido detectados por los servicios de seguridad del aeropuerto. Según las autoridades del aeropuerto, el hombre tenía un boleto para el vuelo 68 de Air France con destino a Los Ángeles el 24 de diciembre. 
 
Perben se negó a responder a las preguntas de si el sospechoso tenía nacionalidad francesa, antecedentes penales o figuraba en la lista de vigilancia del organismo antiterrorista francés, DST. 
 
Por otra parte, varios funcionarios judiciales franceses, que hablaron a condición de guardar el anonimato, indicaron que los investigadores buscan en Francia a un afgano llamado Abdou Hai, cuyo nombre aparece en una lista estadounidense de terroristas. 
 
Su apellido coincide con el de un pasajero que compró un boleto para viajar en el vuelo 68 pero que no apareció, agregaron los funcionarios. Los investigadores no han establecido si el afgano y el pasajero ausente son la misma persona. 
 
En Londres, el Departamento de Transporte se negó a formular comentarios sobre si las interrupciones de vuelos en Gran Bretaña estaban relacionadas con el caso, y se limitó a indicar que   revisamos constantemente las normas de seguridad y compartimos la información con otras organizaciones y países. 
 
La Policía londinense dijo que no podía comentar el caso.