En Guayaquil, el promedio de precipitación entre el lunes y ayer fue de 34 mm por metro cuadrado.
 
La época invernal comenzó con fuerza en la Costa, con el anegamiento de calles, ríos que amenazan desbordarse y otros inconvenientes. Mientras en Pastaza, 45 familias quedaron damnificadas, dos casas destruidas, un puente colapsado y ocho hectáreas de cultivos devastadas por el desbordamiento del río Bobonaza.

Ayer, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) anunció que existe una etapa de inestabilidad atmosférica, que ocasionará lluvias de moderadas a fuertes, sin descartarse la presencia de tormentas eléctricas, hasta el próximo lunes, de manera especial en el sur de la Costa.

Los efectos más fuertes se sintieron en la parroquia Canelos (sureste de Puyo), donde 45 familias resultaron damnificadas y nueve comunidades aisladas por el  desbordamiento del río Bobonaza.

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El coordinador de la Defensa Civil de Pastaza, Enrique Meza, dijo que espera el informe final de la Junta Parroquial de Canelos para canalizar la ayuda a las personas afectadas, que consistirá en planchas de zinc, colchones, cobijas, botas de caucho. Agregó que se necesitan al menos 500 raciones alimenticias.

Doce horas de lluvia
Guayaquil soportó doce horas de lluvia entre la noche del lunes y la mañana de ayer, lo que causó congestionamientos en la zona céntrica y anegamiento de calles en los sectores suburbanos.

Antonio Rodríguez, técnico del Inamhi, señaló que en el norte de la urbe cayó un promedio de 34 mm por metro cuadrado y en el sector de la Universidad Estatal, 24 mm.

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En Esmeraldas, la Defensa Civil envía hoy una delegación hacia la zona norte de la provincia, cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro, donde se registró el aumento de caudal de los ríos Cayapas y Santiago, que ponen en peligro a varias comunidades.

En Manabí, reportes de El Carmen, Manta, Portoviejo, Puerto López, Sucre y otros sectores indican que entre la medianoche del lunes y la mañana de ayer hubo fuertes aguaceros que causaron molestias en áreas suburbanas.

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En la provincia de Los Ríos llovió doce horas. “No supe qué hacer con ese fuerte aguacero, son como siete cuadras que tengo que caminar en medio de las lagunas de agua y lodo”, manifestó Dora Morán, moradora de las calles Mejía y Sexto callejón, de Babahoyo.

Además, la vía Alóag-Santo Domingo permaneció cerrada la madrugada de ayer por un derrumbe en el km 26.

Anomalía atmosférica
Antonio Rodríguez, del Inamhi, indicó que las precipitaciones son propias de la temporada, pero su intensidad se debe a anomalías en el Pacífico Oriental y su confluencia con la Vaguada (corriente de baja presión) del Perú.

Destacó que las temperaturas en el Pacífico Oriental registraron valores por encima de lo normal en diciembre, lo que influyó en la elevación de la temperatura en la parte continental, especialmente en Guayaquil, que el fin de año registró 33 y 34°C a la sombra.

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“Esta inestabilidad o mal tiempo continuará en los próximos días, al menos hasta el lunes próximo, con lluvias, especialmente en la mañana y una ligera disminución en la noche”, afirmó Rodríguez.

ANOMALÍAS
TEMPERATURA DEL MAR
El Inamhi dio a conocer que los controles efectuados por su estación en Galápagos arrojaron registros por encima de lo normal. Así, los primeros diez días se elevó 1,5°; los segundos diez días, fue superior con un promedio de 2°; y los últimos diez días llegó a 3,2° el día 21; 3,1°, el 30; y 2,8°, el 31.

LOS EFECTOS
Esta elevación de temperatura marina impulsó aire caliente hasta el continente, que causó las temperaturas máximas, entre los 33° y 34° C a la sombra, en Guayaquil. Además, al interaccionarse con el sistema de baja presión de la Vaguada (fría), ocasionó fuertes precipitaciones.

TEMOR POR BULU BULU
Agricultores de El Triunfo y La Troncal, Guayas, expresaron su preocupación por la crecida de los ríos Bulu Bulu, Chimbo, Payo y otros, que amenazan la cuenca baja del Guayas.