La sanción de una ley contra las perforaciones en el cuerpo de los menores de 16 años, práctica conocida como piercing, fracasó en Israel porque los legisladores creen que sería imposible imponerla.

El proyecto, promovido por la diputada Guila Filkelstein, del Partido Nacional Religioso, fue rechazado por un voto en la Comisión Parlamentaria para Asuntos de Legislación, y por tanto no llegará al plenario del Parlamento.

De aprobarse la ley, las personas o centros que se dedican a perforar orejas, lenguas, cejas, ombligos, labios, narices y otras zonas íntimas del cuerpo, lo tendrían prohibido si el interesado fuese menor de 16 años y no tuviera autorización de los padres.

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Un proyecto de ley similar contra los tatuajes también fracasó por la imposibilidad de las autoridades para supervisar su aplicación. La diputada Filkelstein alegó que “en la lengua o el ombligo causan serios problemas de higiene”.