El Frente Popular de Ecuador, que aglutina a sindicatos y organizaciones de profesores y estudiantes, ratificó hoy que desde el próximo miércoles efectuará una serie de protestas contra el Gobierno.
 
El presidente del Frente Popular (FP), Samuel Vargas, dijo a los periodistas que las protestas tienen como objetivo solicitar la salida del poder del presidente del país, Lucio Gutiérrez.
 
Los sindicatos, que cuentan con el apoyo de organizaciones indígenas y de pobladores, han exigido también la derogación de una norma salarial que impide en este año aumentos a los sueldos en el sector público.
 
"Desde el 7 de enero vamos a realizar movilizaciones en todo el país" para exigir al Gobierno la derogación de la resolución "que congela los salarios de los trabajadores y que va a causar más miseria y pobreza entre los ecuatorianos", sostuvo Vargas.
 
Insistió en que si el Ejecutivo no cumple con esa demanda, las protestas se radicalizarán.
 
El Frente Popular, junto a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y otros frentes sociales, han insistido en que "trabajarán mucho" para intentar derrocar del poder a Gutiérrez.
 
Los grupos sociales han tildado a Gutiérrez de "mentiroso, incapaz e incoherente" y dicen que ha traicionado al pueblo que le eligió en las elecciones de 2002, cuando fue apoyado por los mismas organizaciones que ahora buscan su salida del poder.
 
El descontento de las organizaciones sociales se refleja, dijo Vargas, "en la exigencia que hace el pueblo de Ecuador de la salida de Lucio Gutiérrez" de la presidencia.
 
El Frente Popular, así como la Conaie y otras organizaciones campesinas, preparan una gran movilización para el 21 de enero próximo.
 
Por su parte, el Gobierno ha pedido a las organizaciones sociales que desistan de las protestas y ha ofrecido que en este año intentará cumplir con las demandas sociales.
 
Gutiérrez dijo que respetará el derecho a la protesta de los indígenas y sindicatos, pero ratificó que no tolerará que se atente contra la democracia.