Cada día, casi un tercio de los niños estadounidenses entre los 4 y 19 años comen comida rápida, lo que los hace engordar un promedio de 2,72 kilos al año e incrementa los riesgos de obesidad, concluyó un estudio realizado a 6.212 niños. 
 
Aunque los número son alarmantes, no son sorpresivos, ya que miles de millones de dólares al año son destinados a promover la comida rápida, dijo el director del estudio, el médico David Ludwig, director del programa de obesidad en el Hospital de Niños de Boston. 
 
Según Ludwig, el estudio apunta a que la consumición de comida rápida se ha quintuplicado entre los niños desde los 70. 
 
El estudio es representantivo de todo el país, niños y niñas de todas la regiones y de todos los niveles socio económicos. 
 
Los niveles más altos de consumición de comida rápida se dieron entre: los jóvenes procedentes de hogares con elevados ingresos, de sexo masculino, mayores, negros y niños que habitan en el sur. 
 
Los de menor nivel son aquellos que viven el oeste del país, en zonas rurales y los hispanos entre los 4 y 8 años. No obstante, más del 20% de estos grupos suelen comer comida rápida. 
 
Los niños amantes de la comida rápida son más proclives a comer grasa, azúcar y carbohidratos. Comen menos frutas y vegetales que los niños que no consumen comida rápida. 
 
El estudio también descubrió que los niños que devoran comida rápida consumían 187 calorías más diariamente, lo que los hace engordar un promedio de 2,72 kilos al año. 
 
Los resultados se sustentan en encuestas realizadas por el gobierno de 1994 a 1996 y en 1998. El estudio no cuenta con datos sobre el peso de los niños. 
 
Ludwig señaló que los niveles actuales de consumición de comida rápida son mucho mayores tras el incremento en los restaurantes que ofrecen este tipo de servicio y las campañas de mercadeo. 
 
El estudio aparecerá el lunes en la edición de enero de la revista Pediatrics. 
 
El problema de la obesidad se ha convertido en un tema prioritario. El público ha comenzado a demandar a los restaurantes de comida rápida, quienes ante el problema empezaron a ofrecer comidas más ligeras y saludables. 
 
Datos recientes apuntan a que el 15% de los jóvenes estadounidenses, y casi un tercio de la población de adultos, son obesos.