Envíe usted una comunicación a cualquier oficina pública, y allí dormirá el sueño de los justos, le devuelven la copia con la fe de presentación, y le dicen: “Vuelva después de tres meses”.

Sin embargo, cuando ese lapso se cumplió y uno regresa para saber el resultado, le manifiestan: “Todavía no nos ha llegado nada, vuelva en un mes más”. Así, usted vuelve al mes y tampoco le han resuelto nada. ¿Qué hacer? ¿A quién pedir ayuda?

Esto ocurre en comisarías de policía, de salud, intendencias, gobernaciones, etcétera.
¿Qué hubo entonces de la tan cacareada puntualidad? Hay personas que desisten de los reclamos, por cansancio, y por eso hasta se dan casos en los que prefieren tomarse la justicia por sus manos (la ley de la selva). ¡Eso no está bien!

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Ing. Arturo Ramírez de Lucca
Guayaquil