La epidemia de legionella que tiene en vilo a los habitantes del departamento de Pas-de-Calais (norte de Francia) se ha cobrado una séptima vida y el número de casos se eleva ya a 55, informó este sábado la Prefectura.
 
El brote, calificado por las autoridades de Sanidad y Medioambiente como "uno de los más serios" registrados en Francia, surgió a finales de noviembre pasado.
 
La séptima víctima mortal de la epidemia es una mujer de 85 años que falleció anoche, precisó la Prefectura.
 
Añadió que la infección de un hombre de 91 años, que ha sido hospitalizado, ha elevado a 55 el número total de casos.
 
Anoche, como "medida de precaución", la Prefectura anunció el cierre temporal de una fábrica petroquímica vinculada a los primeros casos registrados, mientras que sigue investigando la existencia de una segunda fuente de contaminación.
 
La fábrica había estado cerrada durante más de dos semanas el mes pasado, para poder proceder a la desinfección del sistema de refrigeración.
 
El anuncio no ha tranquilizado a los habitantes de esta antigua cuenca minera, donde muchos hombres trabajaron en las minas y, por tanto, tienen un sistema respiratorio frágil.
 
Una veintena de alcaldes han decidido cursar una denuncia contra X (desconocidos) para apoyar a los familiares de las víctimas y tener acceso al dossier.