El capturado miembro del Estado Mayor de las FARC, Juvenal Ovidio Ricardo Palmera (alias Simón Trinidad ), pasó de ser un distinguido banquero y miembro de una prestante familia del norte de Colombia, a importante ideólogo del grupo rebelde.
Nacido el 30 de julio de 1950 en la ciudad de Valledupar, capital del departamento de Cesar (noreste), en el seno de una distinguida familia, Palmera se graduó como economista en una universidad de Bogotá y realizó estudios de postgrado en Harvard, Estados Unidos.
Sus estudios le permitieron llegar a la gerencia del Banco del Comercio en Valledupar, en donde se desempeñó hasta 1987, cuando con ocasión de un cese de actividades del sector estatal ingresó a las FARC.
Su nivel intelectual y habilidades financieras lo llevaron a ascender rápidamente en el seno de la organización insurgente, en donde se desempeñó como jefe del Bloque Caribe que opera en toda la costa norte del país.
Al mismo tiempo se fue consolidando como importante ideólogo y máximo jefe de finanzas, e incluso se le considera el sucesor de Jacobo Arenas, uno de los más destacados dirigentes guerrilleros, ya fallecido.
Como jefe del bloque Caribe, Palmera fue el autor intelectual de numerosos secuestros y asesinatos de dirigentes y personalidades del norte del país, entre ellos la ex ministra de Cultura, Consuelo Araújonoguera, de quien es familiar, según las autoridades.
Con ocasión de los diálogos de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) y la organización guerrillera, Palmera fue designado en el equipo negociador, en compañía de Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Carlos Antonio Lozada y Andrés París.
En desarrollo de esas negociaciones, Palmera formó parte del grupo que viajó a varias naciones europeas para presentar e internacionalizar el proceso de paz y obtener el apoyo de los respectivos gobiernos.
El año pasado, las FARC lo nombraron uno de sus representantes ante el gobierno del presidente Álvaro Uribe para negociar un eventual intercambio humanitario de guerrilleros presos por militares y políticos en poder de la organización insurgente.
En febrero pasado había sido capturada en la frontera con Venezuela su compañera sentimental alias La Toya o Lucero , también integrante de las FARC.
La captura de Palmera, miembro del Estado Mayor de las FARC, conformado por unos 30 dirigentes guerrilleros, se constituye en el más duro golpe a la organización insurgente en sus cuatro décadas de historia.