Soldados estadounidenses detuvieron este viernes a tres iraquíes que trabajan para Reuters cuando cubrían los hechos posteriores a la caída de un helicóptero norteamericano en el volátil pueblo de Falluja.
 
Un chofer de Reuters que trabajaba con los tres iraquíes dijo que con anterioridad habían sido objeto de disparos de tropas estadounidenses mientras filmaban un punto de control cerca del lugar donde un helicóptero Kiowa fue derribado por insurgentes.
 
Un piloto murió y otro resultó herido tras el derribo del helicóptero de reconocimiento.
 
"Nos dispararon y nos persiguieron a alta velocidad", dijo al conductor Alaa Noury, agregando que el camarógrafo de Reuters, Salen Uraiby, había estado filmando el punto de control con una cámara ubicada sobre un trípode y que usaba un chaleco en el que se leía claramente la palabra "prensa".
 
Noury dijo que un segundo auto conducido por otro periodista iraquí recibió una andanada de disparos en el mismo incidente.
 
Noury regresó a Bagdad con la filmación que se hizo, mientras que Uraiby permanecía en Falluja para seguir filmando junto con un corresponsal local.
 
El ejército de Estados Unidos comunicó posteriormente a Reuters que los tres hombres habían sido detenidos, pero no dio detalles acerca de si habían sido acusados de algo.
 
Un portavoz militar dijo en una conferencia de prensa en Bagdad que insurgentes, haciéndose pasar por periodistas, habían disparado antes contra efectivos estadounidenses en el lugar donde cayó el helicóptero y que habían detenido a cuatro de ellos.
 
"Los paracaidistas que vigilaban la zona donde cayó el helicóptero Kiowa fueron objeto de disparos de enemigos que esta tarde, a eso de las 14h00 horas (11h00 GMT) se hicieron pasar por reporteros", dijo Kimmitt.
 
"Los cinco efectivos enemigos llegaron al lugar del desastre en Mercedes negros y azul oscuro. Usaban chalecos negros que decían prensa en inglés. El enemigo disparó contra las fuerzas estadounidenses con armas de pequeño calibre y GIC (granadas impulsadas por cohetes)", agregó.
 
Kimmitt dijo que ningún soldado estadounidense había resultado herido durante en incidente.
 
"Seguimos la pista de uno de los Mercedes hasta una casa cercana y capturamos a cuatro enemigos que ahora son interrogados", dijo.
 
En agosto, un destacado camarógrafo de Reuters, Mazen Dana, murió de un disparo procedente de un soldado estadounidense cuando filmaba en un pueblo en las afueras de Bagdad.
 
El ejército de Estados Unidos dijo que el soldado que lo mató creyó que su cámara era un lanzagranadas.