La movilización responde a la decisión del presidente estadounidense, George W. Bush, de reducir la fuerza total en Iraq hacia mediados de año, cuando Washington transferirá la autoridad a un gobierno interino iraquí.

Decisión electoral
Algunos críticos de la política de Bush en Iraq sostienen que esa decisión responde también al calendario electoral estadounidense: en noviembre Bush será el candidato del Partido Republicano en los comicios presidenciales y no le conviene que el electorado perciba un empantanamiento de su política en Iraq.

Bush no ha conseguido contribuciones sustanciales de tropas de otros países, aparte de su aliado principal el Reino Unido, y contingentes reducidos de otras naciones, y por ello el Pentágono deberá enviar más tropas de reserva a Iraq.

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Los miembros de las reservas, que no son soldados profesionales sino ciudadanos voluntarios que se ofrecen para servicios por tiempo limitado,  suman casi el 25%  de la fuerza estadounidense que ha estado en Iraq desde la invasión en marzo, y ellos han sufrido aproximadamente el 14% de las bajas.