La tripulación ruso-estadounidense de la Estación Espacial Internacional (ISS), que anoche desempaquetó regalos en la órbita con motivo del Año Nuevo, se tomó este jueves un día de descanso para conversar con sus familiares por enlace televisivo.
 
Debido a que cada 24 horas la ISS da 16 vueltas a la Tierra, los integrantes de su octava misión permanente, el ruso Alexandr Kaleri y el estadounidense Michael Foale tuvieron ocasión de celebrar la noche pasada en la órbita quince veces la llegada de 2004.
 
No llegaron a tanto y -de acuerdo con el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia (Ccve)- sólo festejaron el cambio de año dos veces, según horas correspondientes a sus respectivos países, y en torno a dos abetos artificiales que se habían llevado al espacio.
 
Aunque el envío al espacio de cada kilo de carga cuesta miles de dólares, las agencias espaciales de ambos países, Rosaviakosmos y la NASA, prepararon de antemano un cargamento festivo para animar a los astronautas, que cumplen una misión de medio año de duración.
 
Kaleri y Foalle abrieron los regalos -cartas de sus familiares y amigos, discos musicales y una caja de bombones de chocolate, y celebraron la Nochevieja con una cena que incluyó algunos "platos en tubo" rusos y hasta un "pavo espacial", en honor del estadounidense.
 
Lo que no reveló el Ccver, es si el cargamento personal de los tripulantes o el que les hizo llegar la nave de carga rusa Progress incluía la tradicional petaca de coñac que los rusos solían llevarse de contrabando a la emblemática estación Mir para tales ocasiones.
 
El Ccver anunció que este jueves los veteranos astronautas disfrutan de un día de ocio, pero matizó que aún así la disciplina espacial les obligó a despertar, como siempre, a las 06h00 GMT, ante todo para descargar con ejercicios físicos las calorías de la cena festiva.
 
Aunque en la ISS los astronautas disponen de una línea permanente de telefonía por satélite para comunicarse con la Tierra, este jueves se les organiza un puente televisivo especial para que puedan relajarse psicológicamente conversando con sus familiares.
 
En una entrevista desde la órbita pocas horas antes de la llegada del Año Nuevo, Kaleri y Foale aseguraron que, pese a que su misión está integrada por dos tripulantes, y no tres como antes, el laboratorio espacial "está vivo y funciona con normalidad".
 
La reducción de las tripulaciones se decidió para poder enviar carga adicional a la ISS tras la catástrofe del Columbia en febrero pasado, que hizo a EE.UU. suprimir los vuelos de sus transbordadores y convirtió a las naves rusas en el único "taxi" espacial.
 
Pese a las dificultades para mantener el funcionamiento y los suministros a la ISS, Rusia sigue fiel a su apuesta por el turismo espacial y hace diez días incluso ofreció a los recién casados pasar la luna de miel en la órbita por 40 millones de dólares por pareja.
 
El portavoz de Rosaviakosmos, Serguéi Gorbunov recordó que el precio de una plaza turista en las naves rusas Soyuz-TMA que viajan cada medio año a la ISS es de 20 millones de dólares, y dijo que es posible llevar en un sólo vuelo a dos de tales clientes solventes.
 
Aparte de disponer de una sólida cuenta bancaria y buena salud, los candidatos deberán "demostrar que su dinero proviene de negocios legales, que no forman parte de ninguna organización terrorista y que no tienen vicios que compliquen su viaje espacial", indicó.
 
Además, los candidatos al turismo espacial deberán pasar durante diez meses un curso de entrenamiento en el Centro de Preparación de Cosmonautas de Rusia, en la denominada Ciudad de las Estrellas, que incluirá estudios teóricos y prácticos y pruebas en centrifugadora y de otro tipo para adaptarse a sobrecargas y la ingravidez.
 
Según Gorbunov, la compañía estadounidense Space Adventures, que comercializa los vuelos espaciales a la ISS en las naves rusas, ha reservado cuatro plazas de turista durante los próximos tres años, y el primero de tales clientes podría viajar en octubre próximo.
 
Space Adventures informó hace dos semanas de que está a punto de firmar contratos de vuelo con dos clientes norteamericanos ansiosos de realizar un tour a la plataforma espacial y cuyos nombres se darán a conocer este mes de enero.
 
Rusia inauguró el turismo espacial en abril del 2001 llevando a la órbita al millonario californiano Dennis Tito en una histórica excursión de diez días por 20 millones de dólares, como importante fuente alternativa de financiación para el programa cósmico ruso.
 
En abril del 2002, Mark Shuttleworth, surafricano de 28 años, se convirtió en el segundo turista cósmico tras pasar una temporada en la ISS, donde realizó algunos experimentos científicos, en particular relacionados con el Sida.