Como ejemplo menciono mi caso, que puede ser el de muchos jubilados: resido en un sitio que está a tres horas de viaje en auto, hasta la ciudad de Miami que es la urbe más cercana donde hay un consulado del Ecuador.

No me es posible movilizarme solo por motivos de salud, sin la ayuda de mi hija en cuya casa vivo, y quien debe perder un día de trabajo para llevarme hasta dicha ciudad.

¿Por qué no se permite que el documento pertinente que nos puede  proporcionar el Consulado del Ecuador, sea firmado delante de un notario en la ciudad en que uno vive?

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El notario puede dar fe de que esa es la firma auténtica del jubilado; además, todos sabemos que nuestras cartas desaparecen misteriosamente en nuestro correo ecuatoriano.

¿Por qué no permitir que el formulario de supervivencia sea enviado al IESS vía fax? Es una manera segura y nos ahorraría un sinfín de molestias, en caso de pérdida de nuestra carta.

Ojalá los jubilados tengamos alguna ayuda para cumplir con este deber.

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Pablo Cucalón Plaza
Florida, EE.UU.