El alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, lanzó este  jueves un ambicioso programa de lucha contra el hambre en un deprimido suburbio  del sur de la ciudad, con el que se propone combatir los altos índices de  pobreza, desnutrición y marginalidad en seis localidades de la capital. 
 
Al hablar ante cerca de 500 personas en el suburbio de Ciudad Bolívar,  Garzón definió el programa de "Bogotá Sin Hambre" como un plan de emergencia  para atender a grupos poblacionales altamente vulnerables a lo largo de los  próximos cuatro años de mandato. 
 
"Creemos que necesitamos darle a unos 265.000 niños de Bogotá un  complemento nutricional que desde hace muchos años no lo tienen, y hoy, cuando  los niños se encuentran en vacaciones, no tienen acceso a ese plan, y por eso  comenzamos con 500 niños de Ciudad Bolívar", dijo Garzón. 
 
"Hoy empezamos con 500, pero mañana queremos que sean 502, 503 o 510.  Cuando dijimos que queríamos en Bogotá un día sin hambre, no era uno sólo  porque los demás no pueden ser con hambre, sino un proceso hasta llegar a unas  100.000 raciones diarias y complementarlas hasta llegar a unos 265.000 niños",  agregó. 
 
Garzón aspira a financiar el plan con recursos públicos, de la empresa  privada y de la comunidad internacional, en una estrategia que también busca  impulsar iniciativas de desarrollo. 
 
Según cifras del estatal Departamento Nacional de Estadística (DANE),  Bogotá soporta una crisis social en la que el 55,38% de los habitantes -unos 7  millones- vive por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 38,64% de los  pobladores y el 29,8% de los hogares se encuentra bajo la línea de la  indigencia. 
 
El programa de Garzón guarda características y objetivos parecidos con el  proyecto "Hambre Cero" que lanzó en enero de 2003 el presidente de Brasil, Luiz  Inacio Lula da Silva, considerado por el mandatario como el más importante de  su gobierno.