Con un llanto incontrolable y enfundado en la bandera de su país, el ex goleador e ídolo chileno, Iván Zamorano, le dijo adiós definitivamente al fútbol después de 18 temporadas, en un partido homenaje disputado la noche del lunes en el Estadio Nacional de Santiago.
 
Jugadas galácticas del brasileño Ronaldo, la técnica del argentino Andrés DAlessandro y la calidad del colombiano Carlos "El Pibe" Valderrama, entre otros, le entregaron un color especial a la noche del retiro del delantero, que respondió con lo que más conoció en las canchas: el grito de gol.
 
Con 290 goles en equipos como el Real Madrid, Inter de Milán, América de México y Colo Colo, entre otros, "Bam-Bam" Zamorano, de 36 años, fue ovacionado por los más de 50.000 espectadores que llegaron para ver su último encuentro oficial, en el que juntó a muchos amigos dentro de la cancha.
 
"Se acabó. Siempre hay un momento para decir adiós. A todos muchas gracias", dijo Zamorano al término del partido.
 
"Soy un hombre muy afortunado. El fútbol me ha entregado todo lo que he sido como hombre. Me voy muy satisfecho. Lo tengo todo y, lo más importante, el cariño de la gente, el respeto y la admiración de mis compañeros", agregó.
 
El 5-2 con que terminó el partido entre las "estrellas mundiales" y jugadores chilenos fue una mera anécdota. Incluso el mismo gol que marcó Zamorano y que significó el último de su trayectoria.
 
Goleador histórico de la selección chilena junto a Marcelo Salas, ambos con 34 goles, Iván "El Terrible" como lo apodaron en su paso por el Saint Gallen suizo se dio el lujo de juntar además a futbolistas como los paraguayos José Luis Chilavert y Carlos Gamarra.
 
El ex arquero de la selección paraguaya recibió una gran ovación luego de realizar notables tapadas al propio delantero chileno y, además, desperdició un lanzamiento penal que fue desviado por el argentino nacionalizado chileno Sergio Vargas.
 
El mismo duelo se había producido en la eliminatoria anterior con idéntico desenlace, aunque esta vez no hubo insultos entre ambos y sí muchas risas.
 
La mayor atracción fue Ronaldo, quien viajó en la noche del domingo desde España para estar en el adiós de su amigo.
 
"Esta es una fiesta merecidísima para él (Zamorano). Ha dedicado su vida al fútbol y con toda la gente aplaudiéndolo es muy emocionante. Ojalá que mi despedida sea así de bonita", sostuvo Ronaldo.