El sacerdote falso decidió pedir perdón a Dios y a las autoridades policiales para que lo dejen en libertad, pero esto no ha sido suficiente.

Hasta ayer, Jefferson López, permanecía detenido pese a que al pedido de perdón lo hizo públicamente. No tiene abogado defensor, tampoco actúan el defensor público o la Defensoría del Pueblo.

López señaló que no quiso hacer daño al realizar la misa y la programación de la novena del Niño Dios, que según los propios policías fue bien llevada y no existió maldad en sus pronunciamientos.

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