La Organización Mundial del Aseo (WTO, siglas en inglés) celebró ayer en Singapur el Día del Retrete, una curiosa jornada destinada a la reflexión y a concienciar al planeta de la necesidad de ser más limpios.

Con este fin, esta insólita organización fundada hace dos años y establecida en Singapur, pero con ramas en 22 países, propone que cada ciudadano actúe como un “embajador” del retrete.

La “guía” de un buen embajador de excusados recomienda limpiar y utilizar las instalaciones sanitarias como si fueran las de la propia casa y dedicar la máxima brevedad a la hora de la evacuación como cortesía para con el resto de los usuarios.

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Además, los embajadores deberán emitir sus quejas en caso de descubrir retretes en mal estado, abonados al mal olor y carentes de papel higiénico y jabón, aunque también están obligados a alabar a los propietarios de los establecimientos sanitarios si estos reúnen las condiciones exigidas.

La WTO ha instado a cada uno de sus miembros, a recoger información sobre el estado de los servicios públicos en su territorio.