65 infantes participaron de dos actos ayer. Visolit los realizó para desarrollar técnicas de preservación.

El verde y café intenso de las pinturas sobre los rostros de los 45 niños que asistieron ayer al Primer Día Ecológico organizado por la empresa  Visolit, en el jardín Conejito de la Suerte en Urdesa, al norte de Guayaquil, hacían alusión  al objetivo del evento: concienciar a los menores sobre la importancia de la preservación del medio ambiente. 

Las caras de los infantes de 3 a 5 años adquirieron los rasgos de un ratón, un león y hasta una araña. Estos  entusiasmados observaban una fábula mientras un payaso les pintaba los rostros.  El objetivo era que la niñez interiorice el mensaje  ecológico de la función de títeres que se concentraba en  no botar desechos sólidos al  estero Salado. 

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Antes, cada estudiante  presentó  una pintura en honor de aquel brazo de mar que durante 50 años estuvo abandonado. Al menos así piensa el director de la Unidad de Concienciación Ciudadana de Visolit, Eduardo Reinoso.  “Llevamos  cinco meses en la  labor de  divulgar el cuidado del Salado. Para ello creamos campañas  puerta a puerta”, manifestó Reinoso, mientras los niños sonreían ante las ocurrencias de uno de los titiriteros.

Para crear un sentido de pertenencia con la naturaleza, se  entregó a cada infante, al final de la jornada (12h30), una planta   para “que sea cuidada y preservada por ellos”, afirmó.

Visolit es la empresa encargada de limpiar la superficie del estero Salado y su zona de influencia.  Esta actividad es parte del plan para involucrar a la ciudadanía en esa tarea.

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El próximo paso será llevar este espectáculo a otros jardines de la ciudad. En la tarde se desarrolló una mesa redonda en la que participaron alumnos destacados de quince colegios.

Los estudiantes de  9 a 12 años expusieron  sus propuestas sobre el manejo adecuado del ecosistema.