Entre luces de neón, gritos y aplausos se encendió el jueves pasado el escenario del coliseo General Rumiñahui. El grupo ecuatoriano Verde 70 arrancó los primeros gritos de la noche.

Canciones como No puedo estar sin ti o Como pez en la arena, de la última producción discográfica del grupo –titulada Ruta Melancolía–, encendieron el ambiente de fiesta para dar paso a David Bisbal, el intérprete español finalista de la primera edición del programa ‘Operación triunfo’.

Con su clásico estilo, camisa blanca desabotonada, jeans y un cintillo negro en su cabello, Bisbal dio una vuelta de 360 grados al fondo del escenario y junto a sus dos bailarinas entonó la primera canción de su primer disco, denominado Corazón latino, mientras realizaba seductores movimientos de cadera.

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Los gritos de sus admiradoras –jovencitas de entre 14 y 20 años, en su mayoría– no cesaban. Y a medida que las dos pantallas gigantes mostraban un primer plano de su bronceado rostro, estos se hacían más intensos.

Carteles con leyendas como ‘Tú tienes nuestro corazón latino’ o ‘Miénteme Bisbal’ se apreciaban entre las fanáticas que esquivando empujones luchaban por alcanzar el sombrero que lanzó el cantante a los pocos minutos de haber iniciado el recital.

“Muy buenas noches gente de Ecuador, ¡ole!”, fueron las primeras palabras que pronunció el sexy majo antes de invitar al público a bailar al ritmo de rumba la composición Miénteme.

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La respuesta de los asistentes no se hizo esperar. Lluvia de flores y una camiseta de la selección ecuatoriana de fútbol llegaron hasta el intérprete de Lloraré las penas, Fuiste mía, Dígale, Corazón latino, Quiero perderme en tu cuerpo, entre otras.

Pero el momento cumbre del espectáculo llegó a las 22h00 con Ave María y más aún cuando dedicó a sus fanáticas Vuelvo a ti, canción inédita que pocas veces la canta y en la que agradece al público el apoyo que le ha brindado a su carrera.

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Tras un ¡gracias Quito!, las luces del coliseo General Rumiñahui se apagaron. Una palabra pronunciada en coro por los presentes se escuchaba de fondo: “¡Otra, otra!”. Nadie imaginó la sorpresa, el tema Nuestro juramento, de Julio Jaramillo, fue interpretado por Bisbal, con ligeros acordes flamencos.

Esta interpretación cerró la velada, pero dejó abiertos todos los corazones latinos que disfrutaron –al menos por unas horas– de la sencillez, frescura y entrega de este carismático intérprete español que visitó por segunda vez suelo ecuatoriano.
 

ESCENARIO
COMIDA

En la rueda de prensa que el artista dio el pasado miércoles, en el hotel Sheraton Four Points, juró que no iba a abandonar el Ecuador sin comer cuy.

PÚBLICO
La asistencia del público al concierto fue masiva. En el coliseo General Rumiñahui se llenaron todas las localidades, excepto la parte posterior del escenario.

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PETICIÓN
Por pedido de los espectadores, el ganador del Grammy Latino interpretó dos veces la canción Ave María. 

VESTUARIO
El español cambió en dos ocasiones su vestuario. Al inicio se presentó con jeans y camisa blanca y después con una camisa gris rayada y un pantalón negro que dejaba ver sus delineadas curvas.