La lucha por conseguir un precio de sustentación del banano, que culminó en una reciente huelga provincial, solo sirvió para oír el cambiante y ofrecedor discurso del Presidente de que se haría pagar los  $ 3,20 a todas las compañías, para no permitir la desleal competencia dentro de este sector.Ciertas empresas inventan una serie de trucos para aparentar ante las autoridades su honorabilidad y hacen dos tipos de cajas en las que por una marca pagan $ 3,50 y solo dan cupos a ciertos dirigentes que dicen defender a bananeros.

A los entregadores no les dan carta de corte sin precio, ni siquiera les pagan en caja, sino que son llevados por otras compañías a Guayaquil, ya que les dan $ 1,50 neto.

Si algún pequeño productor bananero les reclama a aquellos, estos enseguida les dicen que dizque para que “no sufran” mejor les vendan a ellos; pero claro, a precio de gallinas flacas.

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Jorge Gaona
Machala