En la bella urbe de Cuenca, patrimonio cultural de la humanidad, donde se ama y se vive de la Eucaristía, cuna de virtuosas matronas y de egregios varones, como el santo educador, Hermano Miguel Febres Cordero Muñoz, nació el Rdo. Sr. Dr. César Cordero Moscoso un 7 de junio de 1927. Es hijo del Sr. Ab. Ricardo Cordero Espinosa y de doña Elena Moscoso Tamariz. Es nieto de Luis Cordero el Grande, que fue Presidente de nuestra nación, y quien el día de hoy está celebrando sus Bodas de Oro sacerdotales, habiendo sido ungido en la Catedral por su obispo, Dr. Daniel Hermida Ortega, en 1953.

En el colegio de su ciudad regentado por los sacerdotes de la Compañía de Jesús y en el Seminario Mayor San José, en Quito, el Dr. César Cordero ocupó siempre los primeros puestos. Este ilustre sacerdote goza de esclarecida inteligencia y de un magnánimo corazón que es sensible ante las necesidades de sus semejantes. Es tan adherido a su sacerdocio, norte y guía de su vida, que ha sido munificente para con otros jóvenes que, con su ayuda, han llegado a ser sacerdotes.

Con el noble propósito de difundir cultura universitaria un 12 de agosto de 1970 se dirigió al Señor Presidente de la República solicitándole permiso para fundar la Universidad Católica, en Cuenca. El Dr. José María Velasco Ibarra le contestó positivamente mediante decreto de creación de acuerdo con las prescripciones de la Ley de Educación Superior y su propio Estatuto, el 7 de septiembre de dicho año, con unos enaltecedores considerandos y expresando “el deseo del Gobierno Nacional de dejar un permanente recuerdo del Sesquicentenario de la autonomía política del antiguo Departamento de Cuenca que fue factor decisivo de la emancipación de lo que hoy constituye el territorio de la República”.

Con elocuente y conceptuoso discurso del primer arzobispo de Cuenca, Dr. Manuel Serrano Abad, cuya parte final decía: “me he permitido escribir estas líneas para la historia, no sea que mi silencio se preste a interpretaciones ajenas a mi posición de Arzobispo de Cuenca”, el prelado impartió la bendición arzobispal el 11 de septiembre de 1970.

Su vida sacerdotal la consagró a la educación. Por eso la Unidad Educativa Católica al servicio del pueblo y en testimonio de los pobres consta de institutos anexos; colegios: Miguel Cordero Crespo, Elena Moscoso Tamariz, en la ciudad, y colegio Presidente Cordero, en la Amazonia. Escuelas: Arzobispo Serrano y Jesús Cordero Dávila, y el jardín de infantes Vicente M. Escandón. Existen asimismo la Extensión de Morona Santiago, Azogues y otra en Quito a cargo de los sacerdotes franciscanos. Existen también: el Hospital Universitario Católico y el Canal Universitario Telecuenca, que es una especie de parroquia aérea.

Por esta obra educativa de excelente magnitud el Dr. César Cordero ha recibido múltiples condecoraciones y títulos personales que merecidamente le han otorgado instituciones de dentro y fuera de nuestro país. Esta es una muy breve síntesis de la actividad de tan preclaro sacerdote, honra y prez de la Iglesia que peregrina en Cuenca. Que el Buen Pastor le conceda más años de vida sacerdotal, deseo que lo expreso con sincera gratitud e invariable amistad, en Cristo Sacerdote.