El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva destacó este sábado en Pretoria su deseo de "desarrollar y fortalecer" los  lazos entre Brasil y África, en el último día de una gira por cinco países  africanos marcada por una fuerte dimensión simbólica y la firma de numerosos  acuerdos de cooperación.
 
Lula partió de Sudáfrica este sábado por la tarde, poniendo fin a un viaje  oficial de una semana que lo llevó antes a Santo Tomé y Príncipe, Angola,  Mozambique y Namibia.
 
"Brasil desea desarrollar y fortalecer sus lazos con Sudáfrica, África y  América del Sur", dijo Lula, en una conferencia de prensa junto a su homólogo  sudafricano Thabo Mbeki.
 
"En un mundo en el que los países desarrollados tienen sus propias reglas  del juego y el control de sus mercados, es importante, política y  económicamente, que los países en vías de desarrollo tomen iniciativas comunes  para defender sus intereses", explicó el mandatario brasileño.
 
"Queremos desarrollar una relación estratégica con África, China, Rusia,  India y México", añadió, afirmando que eso permitiría a los países en vías de  desarrollo "negociar, en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC),  un acceso equitativo de sus productos a los mercados".
 
Por otra parte, en un comunicado publicado este sábado, Brasil y Sudáfrica  subrayaron que estaban a favor de una reforma de Naciones Unidas con el  objetivo, entre otras cosas, de que Africa y América Latina dispongan de  puestos de miembro permanente en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU.
 
Durante la gira, en la que estuvo acompañado por una delegación de un  centenar de empresarios y varios ministros, Lula firmó numerosos acuerdos de  cooperación económica, en particular en las áreas de salud, agricultura y  educación.
 
El total del intercambio comercial entre Brasil y África no superó los 5  millones de dólares en 2002, es decir menos del 5% del comercio exterior  brasileño.
 
En Angola, Brasil piensa invertir unos 100 millones de dólares para  relanzar la industria agroalimentaria en ese país arrasado por una guerra civil  de 27 años que terminó el año pasado.
 
"A Brasil le interesa tener a Angola como un socio privilegiado", afirmó  Lula, subrayando que quería favorecer "el acceso de los países africanos al  mercado brasileño".
 
En Mozambique, el jefe de Estado brasileño anunció que su país destinará  "inmediatamente" fondos para participar en la construcción de una planta de  fabricación de medicamentos antirretrovirales genéricos.
 
"Mozambique debe saber que lucharemos juntos" contra el Sida, declaró Lula  en ese país, uno de los más afectados por esta pandemia, con una tasa del 14%.
 
Pero Lula, que estima que estrechar los vínculos con África es para su país  "una obligación política, moral e histórica", también dio a esta gira una  dimensión simbólica.
 
Durante su paso por Maputo, el presidente brasileño declaró que su país  tenía "una deuda" con Africa y que pretendía saldarla implementando una nueva  política de cooperación y de desarrollo.
 
Brasil, tierra que recibió esclavos hasta 1850 y que sólo abolió la  esclavitud en 1888, cuenta con 76 millones de afro-brasileños sobre una  población total de 170 millones de personas.
 
"La sociedad brasileña se construyó con el trabajo, el sudor y la sangre de  los africanos", subrayó el presidente brasileño.