Según información de la Policía francesa, la supuesta red que se dedicaba a trasladar travestis de Ecuador a Francia, asumía los gastos de los interesados en viajar, desde el pasaje aéreo y la estadía, luego de recibir el pago de 6 mil dólares.

Una vez en Francia, los travestis se prostituían y debían pagar a los proxenetas, dinero por la protección. Sin embargo, dijeron las autoridades, la mayoría de travestis ecuatorianos contratan los servicios de un coyote para llegar a Francia y luego trabajan independientemente.

La migración de ecuatorianos a Francia, a diferencia de España e Italia, es mayoritariamente de gay, aunque las razones son las mismas, trabajar en Europa y enviar dinero a sus familias.

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Hasta hace tres años, los travestis se concentraban en el bosque de Boulogne, en las inmediaciones de París, pero desde que el Prefecto de esa zona cerró varias de las vías de acceso, muchos se trasladaron a Saint Germain en Laye. No se tiene una estadística oficial de la cantidad de ecuatorianos que están en esta situación, pero extraoficialmente se habla de al menos 500.