Brasil tratará de cohesionar en Buenos Aires al  Grupo de los 22 (G-22), acusado por Estados Unidos de haber provocado el  fracaso de la conferencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de  Cancún, y amenazado por deserciones. A este grupo pertenecen entre otros países en vías de desarrollo Ecuador.
 
La reunión del G-22 se llevará a cabo el viernes en Buenos Aires. "Fue  convocada por Argentina, para mantener el nivel de movilización del grupo",  explicó el canciller Celso Amorim.
 
El G-22 se formó durante la fracasada reunión de la OMC del mes pasado en  Cancún (México), cuando los países emergentes, liderados por Brasil, se unieron  para reclamar el fin de los subsidios agrícolas en las naciones  industrializadas.
 
El nuevo encuentro del flamante e informal bloque "demuestra las  prioridades que esos países le atribuyen a la negociación agrícola en la OMC",  destacó Amorim en un encuentro con la prensa.
 
Pero el G-22 corre el riesgo de convertirse en un G-20, si se revelan  infructuosas las gestiones del gobierno brasileño para evitar las deserciones  de Perú y Colombia, atribuidas a presiones de Washington.
 
Según la prensa brasileña, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva conversó  esta semana con sus colegas de Colombia y Perú, Alvaro Uribe y Alejandro  Toledo, para tratar de que den marcha atrás en su decisión de no enviar  representantes a Buenos Aires.
 
"Sería bueno que Perú y Colombia mandasen representantes", insistió Amorim  en un encuentro con la prensa el miércoles por la noche.
 
Para Brasil, la plataforma del G-22 es esencial, en momentos en que las  polémicas con Washington se multiplican.
 
El representante estadounidense de Comercio, Robert Zoellick, culpó a  varios grandes países en desarrollo, como Brasil e India, del fracaso de Cancún  (México), acusándolos de haber buscado desviar la atención de sus propias  barreras aduaneras.
 
En las negociaciones para la creación de un Area de Libre Comercio de las  Américas (ALCA), Estados Unidos también choca con una pretensión de liderazgo  brasileño.
 
Tras la reunión que ese grupo sostuvo la semana pasada en Trinidad y  Tobago, el negociador de Estados Unidos en el ALCA, Ross Wilson, dijo que  Brasil y Argentina "declinaron enteramente participar en este ejercicio, y fue  muy decepcionante".
 
Oficialmente, el temario del viernes incluye la evaluación de lo ocurrido  en Cancún y el análisis de lineamientos estratégicos del G-22 hacia una reunión  de la OMC de diciembre en Ginebra.
 
Pero "no se descarta que en reuniones bilaterales (entre países  latinoamericanos) se hable del ALCA", que en noviembre realizará en Miami su  conferencia ministerial, dijo un diplomático sudamericano en Brasilia.
 
En las negociaciones del ALCA las controversias entre Estados Unidos y  Brasil se entremezclan con los avances de la OMC.
 
Washington propone cumplir el plazo de 2005 para formar una zona de libre  comercio continental y dejar para la OMC el tema de los subsidios agrícolas;  Brasil propone entonces transferir a esa instancia los temas que más le  interesan a Estados Unidos (patentes, apertura de los servicios y compras  gubernamentales).
 
"En Buenos Aires, necesitamos una posición fuerte de nuestros países (G22),  porque esos mismos temas están en el ALCA", dijo un diplomático brasileño que  pidió el anonimato.
 
Los países latinoamericanos del G-22 son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,  Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay y Venezuela.  Dos de ellos -México y Chile- tiene firmados acuerdos de libre comercio con  Estados Unidos.
 
La semana pasada Perú se apartó del grupo, alegando que "fue una alianza  conyuntural sobre el tema agrícola".
 
Los demás miembros del G-22 son China, Egipto, Filipinas, India, Indonesia,  Malaisia, Pakistán, Sudáfrica y Tailandia.
 
A medio plazo, los países del G-22 deberán definir también si tienen otros  temas en común.
 
"Creo que el proyecto sigue siendo agrícola, que es una de las cuestiones  centrales ante la OMC", dijo a la AFP el ministro brasileño de Agricultura,  Roberto Rodrigues.
 
Para la fuente diplomática sudamericana, "la agricultura es el tema  central, pero se pueden buscar otras alternativas".