El papa Juan Pablo II celebró en la plaza de San Pedro del Vaticano la audiencia pública de los miércoles, en la que presentó buen aspecto, dentro de sus limitaciones, aunque en algunos momentos dio la sensación de cansado y la voz fuerte se volvió débil.

Varios miles de personas asistieron a la audiencia, que se celebró un día después del viaje del Pontífice a Pompeya, en el sur de Italia, donde suplicó por la paz en el mundo y clausuró el Año del Rosario, convocado por él en octubre del pasado año.

El Obispo de Roma leyó la catequesis en italiano y después hizo  un resumen de la misma en diferentes idiomas, entre ellos el español.

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En recientes meses la dicción del Papa ha sido cada vez peor y suele realizar largas pausas para recuperar el aliento. Padece la enfermedad de Parkinson.

La semana próxima, el Papa, de 83 años, enfrentará una serie de celebraciones con motivo del 25º aniversario de su pontificado, el 16 de octubre.

El Pontífice realizó un recorrido de tres horas el martes pasado a la capilla dedicada a la Virgen María cerca de las ruinas de la antigua Pompeya, para resaltar la importancia que le da al rosario. “Le agradezco a la Madonna por darme la oportunidad de visitar el santuario en Pompeya que está dedicado a ella”, dijo a su audiencia en italiano.

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El líder espiritual tibetano, el XIV Dalai Lama Tenzin Gyatso, afirmó ayer en Madrid que admira “la energía” del papa Juan Pablo II, con quien dijo haber mantenido siempre “relaciones muy estrechas” y opiniones “muy parecidas” sobre el concepto de espiritualidad.

El Dalai Lama hizo estas afirmaciones en el Club Siglo XXI, durante una conferencia sobre la ética secular.