Estados Unidos quiere trabajar con organizaciones no gubernamentales para educar a los nuevos inmigrantes sobre "lo que significa ser norteamericano", dijeron este miércoles funcionarios del Departamento de Seguridad Interna.
 
También se buscará elaborar un examen escrito homogéneo que deberán hacer todos aquellos que soliciten la ciudadanía estadounidense, como una manera de hacer menos temible el proceso.
 
La campaña de educación es una de las tareas de la flamante Oficina de la Ciudadanía, parte del Departamento de Seguridad Interna, el poderoso organismo encargado de la seguridad interna del país. La Oficina fue oficialmente lanzada el miércoles.
 
"Tenemos que ayudar al inmigrante a entender lo que significa ser norteamericano", dijo Alfonso Aguilar, el jefe de la Oficina de la Ciudadanía, cuyo lanzamiento coincidió con la celebración del Día de la Ciudadanía.
 
La idea es "facilitar ese proceso de adaptación a la nueva cultura cívica de Estados Unidos", para lo cual trabajarán con organizaciones no gubernamentales, informó Aguilar en una rueda de prensa.
 
"Ya hay muchísimas organizaciones comunitarias, organizaciones religiosas (...) que ya trabajan con la comunidad de inmigrantes y queremos establecer alianzas estratégicas con esos grupos para poder llegar a (esas) comunidades", dijo.
 
La idea es presentar "en un par meses" un plan estratégico para llegar a los nuevos inmigrantes.
 
Según cifras oficiales, unos 700.000 inmigrantes adquieren la ciudadanía estadounidense al año, siendo México el mayor proveedor de candidatos. Ese país facilitó la obtención de la ciudadanía norteamericana cuando permitió la doble nacionalidad en 1996.
 
No obstante, el gobierno de Estados Unidos estima que 10 millones de personas cumplen con los requisitos para adquirir la nacionalidad, aunque aún no inician los trámites para hacerlo, algo que quedó en evidencia en Irak, donde varios ciudadanos extranjeros murieron o resultaron heridos tras enrolarse para combatir en ese país. Hay 40.000 extranjeros en las fuerzas armadas de Estados Unidos.
 
Eduardo Aguirre, el director de la Oficina de Servicios a la Ciudadanía y la Inmigración (que reemplazó al Servicio Nacional de Inmigración o INS) dijo que parte del problema es que la vieja INS tiene una imagen de ineficiencia.
 
Actualmente, tramitar la ciudadanía demora 11 meses y Aguirre quiere bajar el trámite a seis meses, y procesar un millón de solicitudes al año en vez de las 700.000 actuales.
 
Los 15.000 empleados de la oficina que encabeza Aguirre deben revisar casi ocho millones de solicitudes al año, desde trámites para la ciudadanía hasta copias de certificados de nacionalización.
 
"Los retrasos no se van a resolver de la noche a la mañana", dijo.
 
Como parte de la campaña para facilitar la adquisición de la ciudadanía, Aguirre quiere estandarizar la prueba escrita para que sea la misma si alguien hace la solicitud "desde Los Ángeles, Chicago o Miami". Ello es un paso necesario para que "la gente no le tema al examen", dijo, sin especificar un plazo para llevar a cabo la medida.
 
El examen procura evaluar el conocimiento del inglés, la cultura cívica y la historia de Estados Unidos de quienes solicitan la ciudadanía.